Transportes detalla en Valparaíso cambios previstos en cabotaje

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La última modificación respecto al cabotaje -que apunta a la navegación que hacen los barcos entre dos puntos de un mismo país- se hizo en Chile en 1979. Básicamente, allí la actividad quedó reservada para naves de bandera chilena con el objetivo, entre otros, de resguardar la marina mercante nacional.

En la actualidad se discute sobre la posibilidad de cambiar la normativa y posibilitar que naves extranjeras, en algunos casos puedan realizar esta tarea. El debate es intenso respecto a la forma, aunque hay cierto consenso en que se requiere una modernización.

«Hay una necesidad de modernizar el cuerpo legal, el que está vigente data del año 1979 y creemos que es el momento de introducir algunas modificaciones que permitan el desarrollo de la marina mercante», dijo el coordinador del departamento marítimo, fluvial y lacustre del Ministerio de Transportes, Gonzalo Frigerio, quien recordó que el 2012 se presentó un proyecto que no prosperó.

«Hemos estado buscando este último año juntos con los actores, la Asociación Nacional de Armadores (ANA), Armasur y los generadores de la carga, la posibilidad de ir introduciendo alguna u otra reforma que solucione los problemas que hemos detectado», dijo el personero en el marco del seminario «Revisión de la reserva legal de cabotaje en Chile» organizado por el Centro de Derecho del Mar de la PUCV y la Asociación Chilena de Derecho Marítimo.

En cuanto a los temas a solucionar, advierte que tienen relación con los costos, los niveles de competencia y la alta concentración de la industria. «Hay que aclarar que acá se mantendrá cerrado el cabotaje y la reserva de carga para bandera nacional, pero se busca incorporar medidas como el reposicionamiento de contenedores del comercio exterior cuando no existan servicios de línea regular de bandera nacional. Esa es una propuesta se está trabajando y donde no hemos llegado a acuerdo», dijo Frigerio, dando la posibilidad que la aplicación se haga por un tiempo definido.

«Ahora el día que exista una naviera nacional que preste el servicio se termina la excepción», advirtió.

En cuanto al cabotaje de pasajeros, recordó que el proyecto de ley está avanzando. Éste permitiría trasladar pasajeros de un punto a otro del país a naves con capacidad para más de 400 personas. «Creemos que ello va a fortalecer la industria de cruceros en Chile. Esas rutas de siete días sería beneficioso porque todo el abastecimiento de esas naves se haría en Chile ya que estaría en puertos nacionales durante toda la temporada de cruceros», agregó, subrayando todos los empleos directos e indirectos que genera el sector.

El otro aspecto al que apunta al personero es que esto permitiría maximizar la utilización de la infraestructura portuaria que se ha desarrollado en Chile, y particularmente en ciudades como Valparaíso donde hay un terminal de pasajeros y se piensa en un muelle exclusivo.

En tanto, desde la ANA, Ricardo Tejada, advierte que la reserva del cabotaje para las naves de bandera nacional «no es una protección, sino que un incentivo (…) si se abre el cabotaje la única manera de sobrevivir es cambiar la bandera de conveniencia». El ejecutivo precisó que Chile es uno de los pocos países en Latinoamérica que permite la participación de naves extranjeras en algunos casos y, aunque está de acuerdo en que se requiere una modernización, remarcó que se debe velar «porque la competencia se de en igualdad de condiciones».

Junto con recordar la importancia que tiene el sector en términos de empleo y seguridad nacional, añadió que tampoco hay acuerdo en una apertura parcial porque «una apertura es una apertura». «Si no hay cabotaje en algunos tramos es porque no hay más demanda, ya que el transporte terrestre se lleva la carga pues está subsidiado indirectamente», dijo Tejada. En cuanto al caso de los pasajeros indicó que se requiere un estudio más fino para determinar los límites.

En tanto el abogado Benjamín Mordoj, se mostró partidario de la apertura total, basado en el costo que significa para los consumidores mantener esta medida. «La evidencia indica que tenemos un mercado muy concentrado, poco competitivo (…) hay que recordar lo que ha pasado con la apertura del cabotaje aéreo», dijo.

Por último, el presidente del Sindicato Interempresas Profesional de Oficiales de Marina Mercante (Sipromam), Rodrigo Pinto-Agüero, enfatizó que «los volúmenes de carga no son tan grandes ni constantes para abrir el cabotaje».

«Si se abre el cabotaje la única manera de sobrevivir es cambiar la bandera de conveniencia»

Ricardo Tejada, Presidente de la ANA»

 

1822 se realizó el primer reglamento relacionado con el cabotaje. Desde allí se realizaron 5 reformas.

 

Fuente: El Mercurio de Valparaíso