Los exportadores de frutas están en alerta debido a la menor disponibilidad de contenedores para sus embarques hacia distintos puntos del mundo. Las razones de estas contingencias de carácter logístico son variadas. El presidente de la Asociación de Exportadores de Frutas (Asoex), Ronald Bown, sostuvo que uno de los motivos es que ha habido «una falta a nivel sudamericano de contenedores, producto de que ha habido una mayor necesidad de uso». Explicó que las exportaciones chilenas, ecuatorianas y peruanas han tenido un incremento importante. Ejemplo de ello, según detalló, son las cerezas locales, cuyo volumen creció en casi 100%. Bown agregó que esos problemas no eran algo que no podían ser evitados, en el sentido de que podrían haber sido sorteados con una logística más eficaz. «Lo que hemos detectado es que ha faltado la posibilidad de unificar la disponibilidad de contenedores con el uso de los mismos. Eso se logra con que exista una rápida disposición de los contenedores», dijo el timonel exportador. «Nosotros hemos llamado a reunirnos con las empresas navieras para hacer una proyección y buscar que logísticamente podamos tener una mayor información sobre los contenedores», sostuvo Bown.
Ahora bien, otro de los aspectos que preocupan al sector frutícola es el cierre de la fábrica de contenedores de Maersk Container Industry San Antonio (MCIS), ubicada en esa ciudad. El término de las operaciones implicó el despido inmediato de 1.209 trabajadores de la fábrica.
Pese a que la compañía cerró sus puertas hace poco tiempo, las consecuencias de su salida de Chile ya se estarían haciendo patentes. El presidente saliente de la Federación de Productores de Frutas (Fedefruta) y nuevo embajador de Chile en China, Luis Schmidt, sostuvo que con el cierre de la firma en Chile «seguiremos teniendo este problema de que nosotros exportamos más contenedores de los que nos llegan al país. En nuestro sector siempre hemos tenido dificultades logísticas con el abastecimiento de contenedores refrigerados, lo que se había solucionado cuando Maersk llegó al país». Schmidt sostuvo que la operación de Maersk en Chile «beneficiaba a la actividad frutícola desde un punto de vista estratégico y logístico». El aún timonel del gremio frutícola afirmó que «Chile todavía es una economía pequeña que está en crecimiento. Normalmente exportamos mucho, pero no llegan tantos contenedores a Chile con otros productos. En nuestro país siempre ha habido una falta de contenedores y, por eso, Maersk decidió en su momento instalar la planta en San Antonio».
Fuente: El Mercurio
