Dispares opiniones genera nueva traba al proyecto T2

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Diversas reacciones generó la nueva traba administrativa para ejecutar el proyecto Terminal 2 (T2) para el puerto de Valparaíso, a cargo de la empresa TCVAL, pues el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) acogió a tramitación una serie de solicitudes de particulares y organizaciones que buscan que el organismo inicie un proceso para invalidar la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) que le dio luz verde a la iniciativa en octubre pasado.

Uno de los opositores al T2, el biólogo Salvador Donghi, fue quien hizo notar que las emisiones de material particulado serían mayores a las que se declararon en la tramitación ambiental del proyecto, dato que fue omitido en la etapa de observaciones ciudadanas. «Fue una tesis que desarrollé y lo presentó Plancerro y la Cormuval, así que es una buena noticia, porque en el fondo el SEA atiende los argumentos, considera que estos son válidos como para hacer una nueva revisión, así que vamos a estar atentos a lo que pueda resolver, pero esto ya, en el fondo, demuestra que el proyecto no cuenta con toda la legalidad pertinente respecto a una tramitación ambiental».

En cuanto a una eventual responsabilidad de la empresa por el hecho mencionado y porque presentó un fotomontaje no acorde con la realidad, que fue otro de los argumentos acogidos por el SEA para estudiar una invalidación de la RCA, el intendente, Jorge Martínez planteó que «tenemos que esperar los descargos que haga la empresa involucrada y además el administrador del puerto, que es la Empresa Portuaria de Valparaíso, y ver qué conclusiones saca el SEA, si esto da origen o no a un proceso mayor, y ver la validez de estas pretensiones que se han hecho valer».

En esa línea, el jefe regional hizo notar que «el Servicio de Evaluación Ambiental tiene un procedimiento reglado, por tanto cualquier persona puede presentar, al igual que en los tribunales, pretensiones que tienen que ser analizadas y estudiadas. Esto es como presentar una demanda o una querella en un tribunal. Aquí ha sido acogida la tramitación por cumplir los requisitos formales, y ahora el SEA tendrá que entrar a analizar el fondo de la situación».

En tanto, desde la Dirección de Comunicaciones de la Municipalidad de Valparaíso indicaron que «en definitiva será el Tribunal Ambiental el que tendrá que pronunciarse respecto del futuro del T2. Nosotros como municipio estaremos atentos al proceso, pues sabemos la importancia que reviste para la ciudadanía este tema. Por otra parte, si bien no fue aceptada nuestra solicitud, las observaciones presentadas por la Corporación Municipal de Valparaíso, respecto de las emisiones de material particulado, sí fueron acogidas. Por lo tanto, se tendrán que revisar en detalle los antecedentes presentados por la empresa TCVAL para obtener la RCA».

Por su parte, el presidente de la Confederación de Trabajadores Portuarios de Chile (Cotraporchi), Sergio Baeza, subrayó que «siempre hemos respaldado al Terminal 2, siempre hemos dicho que tiene que hacerse como sea, desarrollarse, porque va a haber más empleo. El proyecto va a generar una sana competencia entre el T2 y el Terminal 1».

El dirigente sostuvo que en esta traba «también hay responsabilidad» de la empresa, al no haber hecho una tramitación ambiental rigurosa. No obstante, apuntó principalmente a «autoridades del municipio, partiendo por el alcalde, y gente de Santiago que no tiene nada que ver con el puerto, que está opinando y no quieren el Terminal 2».

Finalmente, Baeza vislumbró que «al ser un terminal nuevo, tendrá que cumplir con todas las exigencias ambientales que actualmente rigen, pero si constantemente están surgiendo trabas, lo más probable es que los inversionistas se van a ir».

A su vez, el presidente del Sindicato 1 de Estibadores de Valparaíso, Pablo Klimpel, vocero de los trabajadores portuarios eventuales, hizo notar que «uno de los problemas es la emisión de material particulado, pero esa misma exigencia no se la hacen a TPS, o sea, el principio de igualdad ante la ley no funciona. No es que nosotros queramos que se invalide el TPS, sino que decimos que por qué a uno le ponen impedimentos para funcionar y a otro no, y eso nos parece dudoso».

Asimismo, subrayó que la nueva traba sufrida por el T2 «nos parece preocupante desde el punto de vista del trabajo, ya que ahí laboramos más de 400 trabajadores marítimo-portuarios, entonces esto nos pone en un escenario de incertidumbre en función de la proyección a futuro del trabajo. Nosotros defendemos la construcción y modernización del T2, porque estamos defendiendo el trabajo y siempre lo hemos defendido, puesto que representa un proyecto que genera estabilidad laboral para Valparaíso».

En cuanto a una eventual responsabilidad de la empresa en una deficiente tramitación ambiental que abrió un flanco para el ingreso de estas reclamaciones que buscan invalidar la RCA, Klimpel planteó que «hay una responsabilidad de TCVAL, pero también de la Empresa Portuaria de Valparaíso y del Estado de Chile, porque cuando se presentan estos proyectos de licitación deben velar también por que las empresas que licitan los proyectos del Estado tengan profesionales de primer orden a cargo, que tengan una rigurosidad que les permita manejar todas las variables que implica un proyecto de este tipo, para que no se invalide».

A su vez, el diputado Jorge Brito (RD) sostuvo que esto «pone en evidencia las irregularidades que las organizaciones vienen diciendo hace buen rato y que no fueron solucionadas durante el proceso de evaluación ambiental del proyecto».

En esa línea, criticó que «es común de parte de las empresas omitir información vital para la evaluación de proyectos, es parte de la estrategia de las consultoras para que los proyectos sean aprobados y les paguen su platita, aprovechándose, obviamente, de lo débil que es la institucionalidad ambiental en Chile. Digamos las cosas como son: Lamentablemente en Chile se omite la información ambientalmente relevante porque se aprueban igual los proyectos, como pasó con el T2».

A juicio de Brito, «el T2 es el proyecto de expansión portuaria más rasca que ha tenido Valparaíso, y ellos lo saben. Vaya a cualquier facultad de Ingeniería o Arquitectura y pregunte qué opinan de esto. La porfía les está saliendo caro, y lo triste es que el costo de su irresponsabilidad lo pagaremos todos».

En tanto, el diputado Osvaldo Urrutia (UDI), planteó que «es lamentable que se siga torpedeando el proyecto del T2 por parte de personas que dicen querer a Valparaíso, porque demuestran que eso no es así y solo están respondiendo a intereses particulares y no de ciudad. A esas mismas personas los invito a pararse hoy en el Paseo 21 de Mayo y observar el puerto y verán la cantidad de contenedores que están apilados en el Terminal 1. Pero ahí muchos de ellos guardan un silencio cómplice porque tienen una – por decirlo de alguna forma – cercanía con el operador de ese terminal y no les conviene que se construya otro recinto portuario».

Urrutia también lamentó que «justamente muchos trabajadores portuarios se están quedando sin sus fuentes de trabajo y otro terminal permitiría aumentar las opciones de trabajos seguros para ellos. Ahí también emplazo a los detractores del Terminal 2 a darle la cara a esos cientos de personas que no tienen fuente laboral y ven a la ampliación el espigón como una real alternativa de trabajo; sean claros y díganles a esas personas que no quieren más trabajo para Valparaíso».

Por otra parte, el parlamentario emplazó al municipio de Valparaíso a que «sea claro y que el alcalde (Jorge) Sharp termine con este doble discurso al que ya nos tiene acostumbrados, porque por un lado dice que quiere más trabajo y que ojalá los trabajadores portuarios tengan mejores oportunidades laborales, pero por otra parte torpedea por todos lados el proyecto del T2. Que sea claro y que diga si lo quiere o no y que lo haga de frente a ciudadanía y no de espalda a ellos».

Finalmente, Urrutia advirtió que «mi gran temor es que este nuevo traspié que sufre la ampliación del espigón termine de una vez por todas aburriendo a quienes están a cargo del proyecto y terminemos perdiendo como ciudad otra nueva inversión y oportunidades de trabajo para Valparaíso».

«Si constantemente están surgiendo trabas, lo más probable es que los inversionistas se van a ir»

Sergio Baeza, Presidente de Cotraporchi»

 

Fuente: El Mercurio Valparaíso