El ingeniero civil Hugo Baesler, socio de la empresa PMI Energy Services que ejerció la inspección técnica a la ampliación del frente de atraque 1 de Valparaíso, aseguró que las grúas instaladas en el sector podrían colapsar ante un sismo catastrófico de epicentro cercano.
El profesional denunció que la situación se deriva de incumplimientos en la aplicación de la norma sísmica chilena y de condiciones establecidas en el contrato de concesión mientras se desarrollaron los trabajos de ampliación del frente de atraque, hoy con capacidad para atender dos barcos post Panamax.
«Esas grúas no cumplen la norma chilena, que es muy estricta. Están en riesgo de falla y de colapso con un sismo de diseño puesto a 100 km de distancia. Son un peligro para sus operadores», dijo a «El Mercurio».
Dijo que en 2015 su empresa advirtió de las anomalías a Terminal Pacífico Sur (TPS), su mandante, pero que fue desoída y finalmente desvinculada: «Fuimos echados por exigir que esto se hiciera bien y que se cumplieran las normas». Agregó que corregir hoy la capacidad sísmica del muelle y evitar el colapso de las grúas costaría US$ 10 millones.
El historial de sus denuncias interpuestas ante la Contraloría y la Presidencia de la República fueron recogidas ayer en un reportaje de radio Bío Bío. Pero ellas fueron calificadas ayer como «falsas» por TPS.
«La licitación, adjudicación y ejecución del proyecto de ampliación del frente de atraque N°1 cumplieron todos los requisitos normativos y contractuales pertinentes, así como con todas las exigencias solicitadas por los organismos públicos competentes y estándares constructivos pertinentes, incluyendo la presentación de todos los informes técnicos elaborados por los mejores especialistas del país», dijo TPS .
Contraloría Regional de Valparaíso practicó una auditoría a raíz de estas denuncias y en julio pasado evacuó un informe. Este concluyó que «la Dirección de Obras Portuarias aprobó modificaciones al sitio de atraque número 1 de Valparaíso, sin contar con una memoria de cálculo estructural y un estudio de mecánica de suelos» y ordenó instruir un sumario en esa repartición.
La Empresa Portuaria de Valparaíso (EPV), mandante de TPS, contrató su propia consultora para fiscalizar la obra. Contraloría dispuso que la DOP revisara si los informes que esta consultora evacuó cumplen las normas sísmicas y las condiciones del contrato de concesión. Según Baesler, la DOP no ha dado respuesta aún a todos estos requerimientos de Contraloría.
A su juicio, toda esta situación pone en entredicho la extensión de la concesión que EPV otorgó a TPS en diciembre y que le permite explotar el frente de atraque 1 hasta 2029.
Tiempo
Según Baesler, corregir la capacidad sísmica exigiría parar por cuatro meses el Sitio 3 del frente de atraque 1.
»No se hizo caso a la inspección técnica. En un contrato a suma alzada, obra que no se hace pasa a la cuenta de utilidades. Hacer el refuerzo sísmico, con anclajes
a la roca, sale hoy más caro». HUGO BAESLER, EX INSPECTOR TÉCNICO DE OBRAS.
Fuente: El Mercurio
