La navegación lenta de los portacontenedores ya no es rentable a nivel económico

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La menor velocidad sirve para no acrecentar aún más la sobreoferta del mercado con un mayor número de operaciones.

La navegación lenta, práctica en la que los buques navegan a una velocidad inferior de aquella para la que fueron construidos, ha reportado durante los últimos años importantes ahorros para los operadores marítimos de contenedores que, ahora, se están viendo minimizados por el descenso del precio del combustible.

Esta práctica comenzó realizarse en 2007, debido al aumento del búnker de aquel año, y se mantuvo en ejercicios posteriores para hacer frente a la baja demanda que trajo consigo la crisis financiera global. Cuando la demanda volvió a niveles sostenibles, las navieras siguieron navegando lentamente debido a los ahorros económicos que conseguían.

No obstante, el precio del combustible ascendía a 600 dólares/tn en el año 2007 y, actualmente, oscila entre los 100 y 150 dólares/tn, motivando que la reducción de costes para las navieras de esta práctica se reduzca.

De hecho, según un estudio de la consultora Drewry, con el precio actual del combustible, sería más rentable para las navieras navegar a una velocidad mayor, ya que el aumento del consumo se vería beneficiado por el menor número de buques que serían necesarios para cumplir los servicios.

Pero no sucederá

A pesar de que los mayores o menores beneficios económicos que una mayor velocidad de las operaciones podrían reportar según la ruta, desde la consultora consideran difícil que este cambio de mentalidad se produzca entre las navieras,

Son varias las razones que fundamentan esta opinión. En primer lugar, tanto las navieras como las alianzas han planteado cuidadosamente sus redes de transporte actuales en torno a la navegación lenta, por lo que aumentar la velocidad requeriría una importante reestructuración e incluso interrumpir algunos servicios.

En segundo lugar, las navieras están condicionadas por los cambios en el precio del combustible y, dada la incapacidad de los expertos para acertar en este ámbito, siempre establecerán sus estrategias pensando en el aumento del mismo.

Una tercera causa, tal vez la más importante, es el hecho de que abandonar la navegación lenta, disminuyendo así el número de buques desplegados en una ruta, no haría más que incrementar la sobreoferta actual que experimenta el transporte marítimo de contenedores.

Actuaciones que se están llevando a cabo

Más allá de esta práctica, el menor precio del combustible está permitiendo al sector mejorar su fiabilidad, ya que las navieras incrementan la velocidad para llegar puntuales, y trae consigo un mayor número de escalas al reducir los costes de los desplazamientos.

Además, aunque es probable que no sea la tónica general, algunos operadores también podrían decantarse por la velocidad como valor añadido a sus clientes, ofreciendo un servicio de tránsito más rápido que sus competidores en rutas clave.

Fuente: www.cadenadesuministro.es