Puertos de la región buscan aunar criterios en materia de sostenibilidad

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Uno de los temas que preocupa a la industria portuaria y que quedó de manifiesto en la jornada de cierre de la 107ª Convención Anual de la Asociación de Puertos de la Américas (AAPA) es la sostenibilidad de la actividad.

Una variable que cada vez adquiere mayor importancia, pero sobre la cual aún hay bastante que avanzar y que además conlleva otros aspectos que se relacionan con las ventajas que acarrea. Todo eso fue abordado ayer en un panel integrado por el presidente de la Asociación Nacional de Puertos de Uruguay, Alberto Díaz; el director general de la administración portuaria integral de Ensenada, Baja California, México, Héctor Bautista; y el gerente general de EPV, Gonzalo Davagnino.

«La sostenibilidad es un tema que se vuelve cada vez más importante a la hora de hacer los proyectos, pero no sé si todavía está bien internalizado en las personas», dijo Díaz, añadiendo que, a su juicio, «tiene que haber más trazabilidad en los productos para saber si pasaron por cadenas sustentables».

En esa línea, el también titular de la Delegación Latinoamericana de AAPA asume la responsabilidad que le cabe a los puertos. «Hay que incentivar al consumidor a que exija que toda la cadena sea sustentable, y allí entramos los puertos, no sólo por querer ser buenos sino que por una necesidad. Ese me parece que es el paso que hay que dar», destacó, subrayando que tienen que existir un convencimiento de toda la organización para que sea válido.

«Yo puedo quedar contento diciendo que estoy haciendo las cosas bien, pero sabemos que a veces no alcanza con eso ni sólo con tener un papel para decir: salvé el examen. Hay que trabajarlo, sentirlo y tiene que estar desde la alta dirección para abajo, es decir, no sirve el que sólo sea un departamento tal el que se encarga de la gestión del medio ambiente».

En cuanto a estandarizar un criterio en la región, recordó que ello fue planteado en la Comisión Interamericana de Puertos de la OEA, donde se apoyó una propuesta presentada por México. «Apunta a que la propia CIP tenga su certificación, que no sea un negocio pero que sea algo nuestro. En eso estamos, ya lo planteamos en el periodo pasado».

«El tema ambiental debe ir a la par con el crecimiento económico», destacó Bautista, remarcando las ventajas que les ha entregado (a Ensenada) el convertirse en un «puerto verde». «Nos ha funcionado porque lo damos a conocer, y las navieras, y sobre todo las empresas, voltean y dicen: es un puerto y verde, y se vienen con nosotros».

El ejecutivo mexicano s detalla que con la globalización y las alianzas navieras, ellas se están fijando a dónde llegar y los puertos verdes o los puertos que tienen prácticas ambientales, centran su atención.

«Esto porque eso a ellos también les da una seguridad pensando en la carga y la certeza de eficiencias que también buscan en sus procesos. Eso ha impulsado nuestro crecimiento tanto en carga como en pasajeros», comentó Bautista, quien también da cuenta que eso ha ido acompañado de un acercamiento con la comunidad. «La ciudadanía cuida, quiere y usa su puerto», señala.

A su vez, Davagnino, señaló que Valparaíso también apunta a esa meta, pero como parte de un proceso gradual.

«La clasificación de puerto verde siempre es el objetivo, pero lo importante es que los puertos vayan trabajando en forma previa para poder desarrollar una política de sustentabilidad respecto a sus proyectos y ello es lo que Valparaíso viene desarrollando desde el 2013», dijo el ejecutivo.

En esa línea, se mostró de acuerdo con las palabras del CEO del puerto de Quebec, Mario Girard, quien expuso los pasos que dio ese enclave para mejorar la relación con la ciudad. «Los puertos tienen que ir creciendo en forma amigable con las ciudades y éstas tienen que ir comprendiendo también que cuentan con un puerto que les tiene que generar actividad (…) los puertos tienen que crecer mirando la ciudad».

Por último destacó que las exigencias ambientales deben ser vistas como una oportunidad y coincidió en avanzar en el control sostenible de toda la cadena.

 

 

Fuente: El Mercurio Valparaíso