Valparaíso pierde último crucero de la temporada y pone en jaque al sector

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La amenaza de que su llegada, prevista para el próximo 25 de abril, podría ser objeto de bloqueos en Valparaíso debido al denominado conflicto de «cargas limpias» llevó a que los responsables del crucero «Norwegian Sun» decidieran solicitar permiso para recalar en San Antonio, una situación que pone en jaque el futuro de esta industria en la capital regional.

Y es que la nave que cierra la temporada 2016-2017 -con capacidad para 2.400 pasajeros- ya vivió una experiencia negativa el pasado jueves 9 de marzo cuando debió desembarcar parte de sus pasajeros y equipaje en lanchas luego que no contara con sitio de atraque en TPS, tras los cambios en cuanto al uso preferente de los sitios de atraque.

Esto también lo hizo patente el Senior Vice President Marine Operations DPA de Norwegian Cruise Holdings, capitán Luigi Razeto, que a través de una carta dirigida al gerente general de EPV, Gonzalo Davagnino, y al de Terminal Pacífico Sur (TPS), Francesco Schiaffino, dejó de manifiesto su inquietud por la posibilidad de ver nuevamente dificultadas sus operaciones en el puerto.

«Consideramos que las amenazas anunciadas por sus trabajadores son totalmente inaceptables, estando fuera de nuestro control y definitivamente fuera de nuestro alcance empresarial», señala un documento enviado con fecha 15 de abril.

En la misiva también piden expresamente una garantía de que no se produciría ninguna interrupción o detención de cualquier tipo de operación de la nave, dando plazo hasta el día de ayer para una contestación sobre el particular.

Junto con ello, destacaban el hecho de que el conflicto relacionado con el tema de las «cargas limpias» no tiene nada que ver con la industria de cruceros. En una carta enviada el lunes, TPS respondió a la solicitud de la línea noruega, enfatizando su compromiso con la industria y añadiendo que estaban llevando adelante conversaciones con los trabajadores para evitar cualquier tipo de incidente. Sin embargo, también explicaron que a la fecha no habían tenido una respuesta de los mismos.

Al parecer y dado lo acontecido ayer, esa comunicación no satisfizo las necesidades de la compañía que decidió solicitar sitio en San Antonio, específicamente en Puerto Central, por lo cual lo más probable es que la nave que cierra la temporada de cruceros en Valparaíso termine recalando en el vecino puerto.

De hecho, los trabajadores pertenecientes a la Coordinadora Marítima Portuaria de Valparaíso hicieron llegar ayer una carta a la estatal, en la cual reiteran que no atenderán cruceros mientras no se solucione el tema de las «cargas limpias».

«Si EPV no soluciona lo de los aforos no se atenderán los cruceros en el puerto de Valparaíso. Hacemos un llamado al gobierno y a las autoridades a hacerse responsables de los problemas de fondo (aforo en el puerto) y no seguir amenazando. Si no hay aforo, no hay cruceros por culpa de la EPV», señala el escrito.

Fuentes del sector mostraron su inquietud por lo sucedido, dada las inversiones que se han hecho en Valparaíso, como «home port», para desarrollar la industria de cruceros. En esa línea, esperan que en el periodo que oscila entre la finalización de esta temporada y el inicio de la próxima se pueda alcanzar un entendimiento que permita recuperar la confianza de las líneas de cruceros que ya manifestaron sus reparos en la Feria Seatrade de Estados Unidos por el bloqueo que sufrieron en febrero el «Crown Princess» y el «Costa Luminosa»

En tanto, el senador Francisco Chahuán (RN) hizo un llamado a la Empresa Portuaria Valparaíso (EPV), los trabajadores y las concesionarias a dialogar para despejar los obstáculos que podrían estar desmotivando la recalada de cruceros en Valparaíso, considerando el impacto positivo de ese tipo de turismo para la zona y la solicitud del Norwegian Sun de recalar en San Antonio arguyendo que «Valparaíso no le da garantías».

El parlamentario subrayó que «tal como lo hemos advertido, la falta de diálogo entre la Empresa Portuaria de Valparaíso y las concesionarias está motivando situaciones como ésta, que son graves, porque afectan el turismo de cruceros, que constituye un 10% de la industria y benefician el comercio local».

En ese sentido, el senador planteó la necesidad de que «hoy se dé prioridad a estas recaladas en el terminal porteño o de lo contrario se va a revisar la condición de Valparaíso como destino y tránsito».

Fuente: El Mercurio de Valparaíso