Almirante relata el rescate de los navegantes del «Kontiki II»

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Alrededor de 14 mil millas navegaron por el océano Pacífico las tripulaciones de las balsas «Rahiti Tane» y «Tupac Yupanqui», construidas de troncos y madera, y que a punto de zozobrar en aguas del sur de Chile tuvieron que ser rescatadas por efectivos de la Armada. Las condiciones climáticas no dejaron que las rústicas embarcaciones llegaran a su destino final: Valparaíso.

La expedición, denominada «Kontiki II», tenía como objetivo emular la travesía que realizó el explorador noruego, Thor Heyerdahl, en 1947, quien navegó 4.700 millas, desde Perú hasta el archipiélago Tuamotu, en una expedición con el mismo nombre.

Las embarcaciones zarparon desde el Puerto del Callao, en Perú, el 1 de noviembre del año pasado, con destino hacia Isla de Pascua, lugar al que llegaron el 15 de diciembre. El 6 de enero, zarparon desde la isla con rumbo a Valparaíso, pensando que iban a llegar los primeros días de marzo. Sin embargo, las condiciones climáticas no fueron favorables, razón por la que tuvieron que dar por finalizada la expedición y pedir ayuda a la Armada.

La expedición estaba compuesta por 14 personas – 3 mujeres y 11 hombres -, provenientes de Noruega, Nueva Zelanda, Rusia, Perú, Suecia y México y con edades entre los 25 y 63 años. Todas ellas se encontraban a bordo de las balsas Rahiti Tane y Tupac Yupanqui, a 995 millas náuticas al oeste de Puerto Montt, cuando ocurrió el rescate.

«El día miércoles, durante la tarde, recibimos un mensaje electrónico por parte del jefe de la expedición, quien solicitaba ser evacuado junto a sus 14 personas a bordo, desde las dos balsas, porque las condiciones estaban generando un riesgo para la vida de las personas a bordo», precisó el director de Seguridad y Operaciones Marítimas, contraalmirante Mario Montejo.

La Armada activó inmediatamente el protocolo de búsqueda y dispuso el buque «Hokuetsu Ushaka», que venía navegando desde Japón hacia Calbuco (Chile), para rescatar a los navegantes lo antes posible.

«Hemos estado de forma permanente en contacto con ellos. Están en buen estado de salud, un poco cansados, pero en buen estado de salud. Llegaron a la latitud prácticamente de Osorno, un poco más al sur, están muy abajo. Las condiciones del mar no han sido favorables para ellos, tampoco para la navegación para poder acercarse a la costa», precisó Montejo.

Marejadas

El principal problema que tuvo esta expedición fue la condición climática inesperada a la que se enfrentaron, especialmente las marejadas que surgieron en el área donde se encontraban.

El contralmirante Montejo explicó que «las marejadas que hemos tenido sur-oeste, se producen por vientos fuertes, y este grupo se encontraba precisamente donde se estaba generando este fenómeno, entonces, se vieron afectados por las condiciones de viento y del mar, lo que provocó el deterioro más rápido de las balsas».

Desde que las balsas zarparon de la Isla de Pascua estaban bajo el monitoreo de las autoridades. » Los navegantes nos informaron que tenían víveres permanentemente, hace tres o cuatro días les tocó mal tiempo por lo que tuvieron unos inconvenientes con un pañol de víveres, ya que se les inundó y se les echaron a perder algunas cosas, pero pescaron una albacoras y atún, recogieron agua de las lluvia», afirmó.

«Hemos estado de forma permanente en contacto con ellos, estan en buen estado de salud, un poco cansados» ,Mario Montejo, Director de Seguridad y Operaciones Marítimas de la Armada

Fuente: El Mercurio de Valparaíso