Armada de Chile inicia proceso de construcción de nuevo buque antártico

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La Armada ya cuenta con todas las autorizaciones y el decreto para iniciar la construcción de un nuevo buque antártico, según confirmó el comandante en jefe de la institución, almirante Enrique Larrañaga.

El diseño de la nave fue encargado a la empresa canadiense Vard Marine y será construida por Asmar en Talcahuano en un plazo de cuatro años, por lo que se espera que entre en funcionamiento en 2021. A partir de entonces reemplazará al rompehielos «Almirante Viel», construido hace 48 años y que ya cumplió su vida útil.

Larrañaga indicó que durante este año se hará la ingeniería de detalle y que para el mes de mayo se ha fijado la tradicional ceremonia de corte de la primera plancha, un acto simbólico como lo es la colocación de la primera piedra en la construcción de edificios.

El nuevo buque será 19 metros más largo que el actual Viel (tendrá una eslora de 109,8 metros y podrá cargar unos 2.202 m {+3} de combustible y 153 m {+3} de agua fresca.

Sus capacidades operativas serán similares a las del actual rompehielos Viel, aunque contará con instalaciones más modernas para apoyar la investigación científica. Por ejemplo, podrá romper capas de hielo de un metro de espesor a una velocidad de tres nudos (unos 5,5 km por hora).

Tendrá también una autonomía para navegar de 14 mil millas (casi 25 mil 500 kilómetros) y podrá permanecer hasta 60 días sin necesidad de reabastecerse de alimentos.

El nuevo buque podrá transportar a 120 personas, entre tripulantes y pasajeros.

El actual comandante del rompehielos Viel, capitán de navío Pablo Sepúlveda, indicó que entre sus misiones la nave realiza las tradicionales campañas antárticas, que son viajes prolongados entre octubre y abril. En ellas se realiza apoyo logístico a los operadores antárticos, tanto nacionales como extranjeros; transporte de personas y materiales, retiro de la basura, abastecimiento de alimentos y combustible, para lo cual cuenta con sistemas para cargar y descargar en lugares sin infraestructura portuaria.

Fuente: El Mercurio