Con ganas de seguir ayudando retornaron a Valparaíso los jóvenes voluntarios de INJUV

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Porteños solidarios que viajaron a la Región de Atacama, lo hicieron gracias a una alianza colaborativa con Puerto Valparaíso. El apoyo lo concentraron en Tierra Amarilla y en la localidad de Los Loros.

Fueron 28 los voluntarios que partieron el pasado lunes 6 de abril, desde las dependencias de Puerto Valparaíso, a Tierra Amarilla, con el fin de efectuar trabajos de voluntariado y brindar apoyo a los damnificados por la emergencia que azotó a la Región de Atacama.

Tras siete días de intenso trabajo, gran motivación y despliegue por parte de los voluntarios, quienes estuvieron dispuestos a colaborar incluso en sus horas de descanso, emprendieron el retorno a nuestra ciudad este fin de semana

Las labores estuvieron enfocadas principalmente en Tierra Amarilla y en la localidad de Los Loros, una de las más afectadas de la zona. Entre las principales tareas desempeñadas estuvieron la remoción de escombros, además de trabajos en el centro de acopio, descarga de camiones y apoyo en el levantamiento de viviendas de emergencia.

Esta gran labor se pudo llevar a cabo gracias a una alianza colaborativa entre la Dirección Regional del Instituto Nacional de la Juventud (INJUV) y Puerto Valparaíso, enmarcándose en una serie de acciones que la institución gubernamental desarrolla para efectos de ir en ayuda de las personas afectadas por el desastre, a las que se suman las que el propio sistema portuario de Valparaíso también ha ejecutado.

El gerente de asuntos corporativos de Puerto Valparaíso, Cristian Calvetti comentó que “esta iniciativa es muy alentadora, ya que todo el país se unió por el mismo propósito, así como en algún momento lo hicieron por Valparaíso tras el gran incendio vivido hace justo un año. INJUV ha podido comulgar un trabajo relevante a nivel de voluntariado reuniendo a jóvenes porteños para poder ayudar en la emergencia, ante lo cual quisimos estar  presentes como empresa”.

Los jóvenes, entre ellos estudiantes y trabajadores, sacaron cuentas alegres de esta experiencia, catalogándola de fructífera, aunque reconocen que el tiempo se les hizo breve y les hubiese gustado quedarse por más tiempo apoyando a las localidades afectadas.