Confirman que marea roja fue provocada por causas naturales

1

En el marco de la realización del seminario «Marea roja, mitos y realidad: una mirada desde la ciencia» que se realizó recientemente en dependencias de la Universidad de Santiago, expertos realizaron una serie de ponencias que tenían la finalidad de aclarar dudas con respecto al desarrollo del fenómeno floraciones algales que se vivió en el sur del país.

En este sentido, el director del Laboratorio de Toxinas Marinas de la Universidad de Chile, Benjamín Suárez, y el biólogo marino especialista en manejo de los recursos marinos y máster en Ciencia de la Facultad de Oceanografía de la Universidad Estatal de Oregón (Estados Unidos), Alejandro Clement, fueron categóricos al afirmar que este fenómeno ha ocurrido desde mucho antes de que la industria salmonera comenzara su actividad y que esto se explicaría, más bien, por factores climáticos.

Durante su exposición, Clement sostuvo que «se generó un diagnóstico equivocado en un principio que vinculó en forma directa que el vertimiento de los salmones era la causa de la marea roja, y eso generó espuma, pero hay que generar diagnósticos objetivos».

De igual modo agregó que «existen estudios usando sondas en los segmentos realizados por la Universidad de Concepción donde se puede datar la presencia de Alexandrium catenella hace cientos de años atrás. Distinto es el aporte que genera la acuicultura. Analicemos cada una de esas cosas, pero no las mezclemos, porque eso generará confusión y diagnósticos equivocados».

Factor climático

Clement subrayó que las anomalías climáticas que se generaron a inicios de este año y que permitieron la extensión de este fenómeno fueron los desplazamientos hacia el sur de la deriva del viento del oeste y la presencia de un nicho abierto de fitoplancton como consecuencia de la corriente de El Niño, entre otros factores.

El consultor reconoció que los diagnósticos realizados sobre la última floración de algas nocivas en Chiloé fueron erróneos. «Nos equivocamos todos los que pensamos que esto se estaba dando en el mar interior. Soy autocrítico. Debemos estudiar el mar exterior, ya que nuestros pronósticos y análisis solo consideraban el interior, y es desde afuera desde donde viene la gran masa de esto», manifestó.

Por su parte, Suárez señaló que «esto ha sido disfrazado de mucha denuncia, mucha acrimonia, mucho flayer, y creo que hay un problema científico-tecnológico real que hay detrás de eso».

En la misma línea, el especialista dijo que «en Chile el problema se detectó en Magallanes en el año 1972, pero hay fenómenos que preceden a la historia de la acuicultura. Una pregunta válida que permanece es si esto puede incidir en la intensidad, extensión o modulación por factores ambientales por una intervención de este tipo. Esta interrogante va a permitir que la industria, que en estos momentos no es competitiva y que presenta serios problemas de financiamiento, que le impiden expandirse, tenga una posición de sostenibilidad integral».

El director del Departamento de Biología de la Universidad de Santiago, Claudio Acuña, sostuvo que el seminario «desde el punto de vista científico, derriba muchas cosas que se estaban generando en el inconsciente colectivo respecto a cómo se genera la marea roja».

Acotó que «se pensó que la industria del salmón era el principal enemigo del medio ambiente asociado a esto, pero gran parte de esta versión se desmitificó y se dejó en claro que, en nuestro país, hay falencias terribles con respecto a políticas públicas en este tipo de procesos, que generan un impacto social y económico sobre todo en regiones del sur que viven en base a la producción marina».

«El problema se detectó en Magallanes en el año 1972, pero hay fenómenos que preceden a la historia de la acuicultura…», Benjamín Suárez,, director del Laboratorio de Toxinas Marinas de la, Universidad de Chile.

Fuente: Estrella Chiloé