«En la medida que se regule la cantidad de nuevos buques, va a mejorar el negocio para las navieras»

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Como un año difícil para la industria de las navieras, pero con una tendencia positiva hacia fin de año, es la proyección que hace el gerente general de la Asociación de Armadores AG, Ricardo Tejada. A su juicio las alianzas o fusiones entre las navieras ha permitido a éstas «salvar los costos de operación» y así «mantenerse a flote ante esta crisis económica».

Asimismo, afirmó que el bajo crecimiento, tanto de China como del resto de los países desarrollados, es uno de los factores que han incidido para catalogar como «difícil» el año 2016 para la industria mercante.

Ricardo Tejada,gerente Asociación Nacional de Armadores (ANA)

– ¿Por qué se proyecta que el 2016 será un año difícil para el sector?

– Poque han existido diversos factores que se han alineado generando una tormenta perfecta para el negocio naviero, donde se vienen acarreando estos problemas desde el año 2009 en adelante.

– ¿Cuáles son esos factores?

– Por un lado, el menor crecimiento de China y del resto de los países más desarrollados de Europa, así como Estados Unidos e India. También ha ocurrido un exceso de oferta, puesto que hubo un momento en que se mandaron a construir demasiados buques. Entonces, dado que se requieren menos naves, a raíz de la crisis o problemas económicos que existen, sobran embarcaciones y eso ha generado que el costo de los fletes haya bajado. Si antes -desde China- un contenedor costaba 1.500 ahora bordean los 600 dólares.

– Ante esta proyección, ¿de qué manera va a afectar esto a las exportaciones de la región que en 2015 bajaron en casi un 6,8%?

– Yo diría que es más al revés. La baja económica de las exportaciones es uno de los factores que afectó a la industria naviera. Nosotros somos usuarios que satisfacemos las necesidades económicas de importación y exportación de los países. Entonces, si ellos requieren menos materias primas, tenemos menos movimientos y con fletes más bajos, eso nos afecta a nosotros.

Canal de Panamá

– ¿Cómo impactará la inauguración del proyecto de ampliación del canal de Panamá?

– En términos generales van a llegar buques más grandes, lo que va a afectar a la región de y sus diferentes puertos. Para ello se va a requerir una infraestructura aún mayor y ya algunas ya se están realizando. Sin embargo, hay que pensar en el desarrollo del PGE, respecto a cuándo será necesario implementarlo y dónde, porque de lo contrario van a llegar buques más grandes que podrían saturar los puertos.

– De acuerdo a lo que usted señala, ¿cree que la infraestructura que hoy existe es suficiente para recibir a uno, dos o más buques?

– Con el crecimiento actual que están teniendo, tanto en las importaciones, como en las exportaciones, así como las obras que se están realizando para las necesidades actuales, estamos en condiciones de satisfacer eso. Ahora, si empezamos a tener crecimiento en las importaciones y exportaciones y llegamos a los niveles que teníamos el 2009, creo que esa infraestructura se verá saturada en poco tiempo más.

Negocio naviero

– ¿Influyó en la economía de la región las alianzas o fusiones de las navieras ocurridas en 2015?

– Más que en la región, impactaron de manera directa en las navieras, ya que les ha permitido salvar los costos de operación y así mantenerse a flote antes esta crisis económica. Va a afectar en el sentido que se originará una economía a escala. Ahora si bien con ello los fletes no van a bajar más, sí logran sostener la operación de estos buques tan grandes.

– ¿Cómo proyecta el negocio naviero para este año?

– Difícil, pero con una tendencia positiva hacia el final de año. En la medida que se regule la cantidad de nuevos buques que se están entregando o que se desguacen buques antiguos, eso va a empezar a regularse y así va a mejorar el negocio para todas las navieras. No obstante, esto va a ocurrir si el precio del petróleo se mantiene en los niveles que tiene hoy en día.

– De acuerdo a la baja que usted proyecta, ¿se podría provocar el cierra de algunas navieras?

– Creo que los ajustes en Chile ya se hicieron. Se fusionaron dos empresas y otras han realizado sus ajustes, por tanto, creemos que podríamos aguantar este y el próximo año. Afortunadamente, las rutas que hacen las navieras chilenas, o son cabotajes, o hacen rutas más norte-sur, que este-oeste. Es decir, hacen rutas hacia Estados Unidos, Centro América, México y eso se ha mantenido, incluso, con algún crecimiento.

Evaluación

– ¿De qué manera impacta en las tareas operativas de las navieras la incertidumbre que existe en los proyectos de expansión portuaria, como por ejemplo, el T2?

– Afecta en el sentido de que al comprar buques se mira con cautela el tamaño de ellos. O sea, por ejemplo, podríamos comprar buques más grandes para optimizar los recursos, pero eso depende de la cantidad de carga que se tenga que transportar. No sacamos nada con comprar buques más grandes si no podemos llenar estos buques; es un proceso en una cadena. Si yo tengo más demanda voy a tener que poner buques más grandes. Si tengo buques más grandes, vamos a tener que construir más infraestructura.

– ¿Cómo evalúa la compra de dos de las navieras más importantes del país (Sudamericana de Vapores e Interoceánica) por parte de grandes empresas del mundo en este rubro?

– Eso está alineado con las fusiones internacionales, las cuales permiten optimizar los recursos aprovechando la sinergia de ellas, logran una fusión que permite la economía a escala y con eso se transformaron en dos de las 10 navieras más grandes del mundo. Eso les permite subsistir en estos períodos de crisis.

– ¿Cuál es su opinión respecto a la investigación que se está realizando en Brasil sobre una posible colusión de la Compañía Sudamericana de Vapores (CSAV) y otras 8 navieras?

– Es lo mismo que se venía dando en las investigaciones que hicieron Estados Unidos, Chile y China, y ahora se sumó otro país que está analizando e investigando casos antiguos (desde 2002 a 2012), en donde ni siquiera hoy en día figuran esas empresas y las administraciones tampoco son las mismas. Es una materia donde se está ampliando una investigación, pero no hay nuevas aristas con respecto a este tema.

-En cuanto a las exportaciones, ¿cómo augura el escenario para este 2016?

– Creo que estará alineado con el resto del mundo. Mirando a los países con una economía más desarrollada, creo que será un año difícil. Mientras no aumenten los consumos de los países que compran nuestras materias primas, la economía y las exportaciones nuestras se van a mantener. Por eso, es necesario exportar nuevos productos con un mayor valor agregado o buscar lo que dejan de comprar algunos países y vendérselos a otros. Además, hay que bajar los costos de producción en Chile que, por ejemplo, en el caso del cobre está muy elevado.

«No sacamos nada con comprar buques si no podemos llenarlos, es una cadena. Si tengo más demanda voy a tener que poner buques más grandes y construir más infraestructura»

«La baja en las exportaciones es uno de los factores que afectó a la industria. Somos usuarios que satisfacemos las necesidades económicas de importación y exportación» «(Las fusiones de navieras) van a afectar en el sentido que se originará una economía a escala. Si bien con ello los fletes no van a bajar más, sí logran sostener la operación de estos buques más grandes»

«Si empezamos a tener crecimiento en las importaciones y exportaciones en el nivel que teníamos el 2009, creo que la infraestructura actual se verá saturada en poco tiempo más»

Fuente: El Mercurio de Valparaíso