Grupo Luksic refuerza apuesta en Saam y busca crecer en toda América

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Casi el 60% de las inversiones, que suman unos US$ 250 millones entre 2016 y 2017, se destinan a terminales portuarios.

Una de las grandes ganadoras de la adquisición de la Compañía Sudamericana de Vapores (CSAV) por parte del grupo Luksic fue su filial portuaria y logística Saam. Poco después de tomar el control de la empresa emblema del grupo Claro, el conglomerado de origen croata decidió convertir a Saam en una empresa independiente, lo que le dio visibilidad. Y mientras Vapores navegaba en aguas turbulentas y acumulaba pérdidas, el brazo portuario crecía con inversiones en Chile y América.

Con operaciones en 15 países, desde British Columbia en Canadá hasta el Estrecho de Magallanes en Chile y tres áreas de negocios -puertos, remolcadores y logística- Saam acordó hace 10 días la compra de Puerto Caldera, el mayor terminal de la ribera del Pacífico de Costa Rica, en US$ 48,5 millones. Además, tiene un plan de inversión que este año suma US$ 148 millones y contempla hasta US$ 100 millones para 2017, solo en crecimiento orgánico, destaca el gerente general de Saam, Macario Valdés. El ejecutivo es parte de la nueva camada de profesionales formados en la matriz industrial Quiñenco que está tomando posiciones estratégicas en distintas firmas (ver recuadro).

Inversiones: el foco está en puertos y remolcadores

El 58% del plan de inversiones de 2016 está destinado a la ampliación de los puertos: San Antonio y San Vicente en Chile; Guayaquil en Ecuador y el de Florida, Estados Unidos. Otro 33% se orientó a la compra de 18 remolcadores para operar en Chile, Perú, Brasil y Canadá. Y el 10% restante es para inversión logística, como los almacenes extraportuarios en Iquique y un frigorífico en Puerto Montt.

Para 2017 esperan invertir entre US$ 80 millones y US$ 100 millones, con una distribución similar a la de este año.

La compañía monitorea continuamente América Latina, en especial Centroamérica y el Caribe, buscando oportunidades, adelanta Macario Valdés. La reciente adquisición en Costa Rica es una muestra de ello. Cuba y Brasil son mercados en los que admiten interés. Han realizado visitas prospectivas, pero el ejecutivo precisa que no son más prioritarios que otros, como Perú, Colombia o México, donde ven interesantes perspectivas de crecimiento.

Tampoco descarta Estados Unidos, «donde nos sentimos cómodos operando en terminales de mediana escala», sostiene Valdés.

Otro negocio al que apostarán fuerte será el de remolcadores, barcos de entre 24 a 30 metros de longitud, de motores muy potentes, ayudan en las labores de atraque y desatraque de naves que fácilmente pueden ser diez veces más grandes. En este negocio son cuartos a nivel mundial, y están asociados en varias plazas portuarias con el segundo actor del mercado, la holandesa Boskalis.

¿Con qué criterio invierte Saam? «Nuestras inversiones están en países emergentes, que tengan buenos crecimientos proyectados, con regímenes de inversión predecibles y donde sean posible las alianzas con socios de largo plazo, que sean complementarios a nuestro expertise , como Boskalis en remolcadores, el grupo Romero en Perú, o SSA Marine en los puertos chilenos de San Antonio y San Vicente», destaca Valdés.

Desempeño del negocio: Chile crece menos de 2%

La industria marítimo-portuaria tiene la gracia de ser un buen termómetro de la salud de la economía mundial y regional. Macario Valdés señala que por lo menos en el negocio naviero -que lo realiza Vapores- no se prevé una pronta salida a la crisis, que ya lleva una década. Esto se nota en que Maersk, la líder del mercado, sigue con pérdidas, y quebró la coreana Hanjin. Por lo mismo, el ejecutivo estima que seguirán los ajustes en este rubro.

En cuanto a la economía mundial, el gerente general de Saam señala que la ruta de América-Asia -en que los barcos van con materias primas y vuelven del continente asiático con bienes de consumo como electrodomésticos y automóviles- sigue estable, pero que el comercio con Europa está deprimido.

En Chile hay un frenazo. «Pasamos de un ciclo en que el volumen de contenedores crecía 10% al año, a crecer de 0% a 2% en 2016», explica Valdés. Eso sí, el movimiento es dispar. En el norte, por la menor actividad minera, está estancado, pero en los terminales de la zona centro sur, por ejemplo, San Vicente, tiene un mejor desempeño debido a la industria forestal.

Requerimiento de FNE: «No hemos atentado contra la libre competencia»

Poco después de Fiestas Patrias, la Fiscalía Nacional Económica (FNE) presentó un requerimiento ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) contra Antofagasta Terminal Internacional (ATI), concesionaria del puerto de esa ciudad nortina, y sus accionistas, Inversiones Punta de Rieles (del Ferrocarril Antofagasta Bolivia) y Saam. La entidad los acusó de incumplir las condiciones establecidas por la Comisión Preventiva Central (CPC), que limitaban la integración vertical de los usuarios relevantes del puerto de Antofagasta con los socios de la concesionaria, y pidió una multa de US$ 2,1 millones.

Pero, más allá de lo técnico, ¿hay riesgo para la libre competencia? Esto ya que el grupo, a través de diversas compañías, es dueña de Saam, controla Antofagasta Terminal Internacional y el Ferrocarril Antofagasta Bolivia, que es usuario del puerto. Según Macario Valdés, «no, no lo hay y no lo digo yo, sino los antecedentes entregados por EPA, la Empresa Portuaria de Antofagasta. Nuestras actuaciones no han atentado contra la libre competencia».

Fuente: El Mercurio