Inversión y la llegada al Puerto: las dudas que surgen detrás de la «euforia» por el tren rápido

0

Fue, por lejos, uno de los anuncios más aplaudidos durante la Cuenta Pública. Después de meses de incertidumbre, finalmente el Presidente Sebastián Piñera confirmó que los dos proyectos de tren rápido entre la región Metropolitana y la de Valparaíso habían sido declarados de interés público: el de TVS, con un trayecto de pasajeros hacia la Ciudad Puerto y uno de carga a San Antonio, y el del consorcio Iniciativas Privadas Limitadas -integrado por Agunsa, que conecta Santiago con Valparaíso a través de un túnel por La Dormida (Olmué).

La decisión informada por Piñera la había tomado una semana antes el Consejo de Concesiones del Ministerio de Obras Públicas (MOP) -tal como lo adelantó este Diario-, en una sesión extraordinaria que se convocó exclusivamente para revisar ambas propuestas.

LO QUE NO SE DIJO

Sin embargo, lo que no dijo el Presidente durante la ceremonia en el Congreso fue que en la reunión surgieron más dudas que certezas respecto a la factibilidad real que tendrían ambos proyectos. De hecho, no pasaron ni diez horas desde el anuncio para que aparecieran los primeros reparos desde el mismo Gobierno.

«Es lindo en términos ciudadanos, pero hay muchos otros servicios que son prioritarios, porque movilizan a más gente», señaló en entrevista con El Mercurio el presidente de la Empresa de los Ferrocarriles del Estado (EFE), Pedro Pablo Errázuriz, al referirse al tren de pasajeros a Valparaíso, mientras que sobre el de carga a la misma ciudad opinó que no existiría la demanda suficiente para llevarlo a cabo.

Y aunque sus dichos fueron inmediatamente reprochados desde el oficialismo, sólo dos días después se conoció que las advertencias de Errázuriz no estaban tan alejadas de lo que opinaron otras autoridades el día en que se declararon los proyectos de interés público.

Llegada a ciudades

Una de las principales dudas -y que llamó más la atención de los consejeros del MOP- fue que ninguna de las dos propuestas especificaba algo tan sustancial como la forma en que llegaría el tren rápido a Viña del Mar y Valparaíso.

«Resulta difícil de entender que, una iniciativa de esta importancia, no precise la forma en que se llega al Puerto de Valparaíso, lo que debe ser subsanado en el plazo más breve posible. Es necesaria una definición clara de las obras requeridas en la llegada a las ciudades de Valparaíso, San Antonio y Santiago, tanto para la carga como para pasajeros», se expuso en la sesión, de acuerdo al acta oficial de ese día.

De igual forma, los consejeros también cuestionaron la poca información respecto al túnel por La Dormida que proyecta Agunsa. «El diseño geométrico de los tramos deberá precisar dónde iría el túnel bajo centros poblados, indicando si se ha considerado un costo de expropiación o servidumbre por estos efectos», indicaron, solicitando también una «especial dedicación en los estudios de los trazados, expropiaciones y posibles mitigaciones ambientales».

En ese contexto, lo que ha informado el consorcio que integra Agunsa es que en el sector de Yolanda se construirá una estación de transferencia de carga, mientras que la llegada de pasajeros «se definirá en la etapa de proposición». Según las imágenes que incluye el acta, desde El Salto a Valparaíso el trazado sería por el cerro a través de túneles, con una salida exclusiva para usuarios a la altura del centro de Viña.

En tanto, el trazado de pasajeros de TVS llegaría a un sector adyacente al Muelle Barón y a la estación de Metro en la Ciudad Jardín, sin especificar dónde estaría ubicada la estación de transferencia de carga.

Inversión y rentabilidad

Otro punto que marcó la sesión de ese día fue una carta enviada por el gerente general de EFE, Patricio Pérez, dando cuenta de los reparos que tenía la estatal sobre las iniciativas, y que a juicio de ellos era necesario exponerlos «debido a la alta expectativa que (el tren) levanta en la ciudadanía».

«Es necesario dejar claramente establecido que el proyecto se ve atractivo desde la perspectiva ferroviaria. Sin embargo, tiene diversos aspectos técnicos y económicos que deben ser revisados y contar con los estudios suficientes para asegurar que no contempla ningún tipo de subsidio», informó el gerente.

Entre las dudas que expuso la empresa está el monto de inversión informado por los proponentes: US$ 2.635 millones la iniciativa de TVS, y US$ 2.151 la de Agunsa.

«Los proyectos muestran un costo de inversión que expresado en términos unitarios aparece como un valor bajo comparado con otros proyectos de EFE, en los cuales dicha cifra más que se duplica», advirtieron, recordando que el tren hacia Melipilla -de 61 kilómetros versus los 125 km. aproximados del trayecto Santiago-Valparaíso- tendrá una inversión de US$ 1.560 millones.

«Cuando (el tren) ha sido estudiado, no ha resultado privadamente rentable y, en cuanto a su rentabilidad social, sólo en algunos casos ha superado la tasa de corte debido, especialmente por los altos montos de las inversiones identificadas», indicaron en la estatal.

Confirman dudas

Consultado sobre las dudas que se han planteado en los últimos días, el expresidente de EFE, Jorge Inostroza, aseguró que «cuesta entender que una vez que se declaró de interés público las dos alternativas surjan voces del mismo gobierno criticando los proyectos».

De todos modos, el personero coincidió en que «a la luz de los datos y las diversas interpretaciones, desde mi punto de vista creo que ambas alternativas ya no son válidas».

«Ya han sido declaradas sospechosas y cargan con enormes dudas de variados expertos y, no menor, de una buena parte de la ciudadanía. Con los niveles de inversión que indican ambas propuestas, con túneles incluidos y con grandes expropiaciones, parecen del todo imposible y no resultan creíbles», expuso.

Inostroza fue incluso más allá y advirtió que «cualquier adjudicación a una de ellas marcaría un difícil camino», asegurando que la mejor alternativa sería que el propio Gobierno diseñe un proyecto y lo ingrese al sistema de Concesiones. «Hablo de una iniciativa pública que, con los privados, entregue la mejor respuesta posible a la macro zona, en pasajeros y carga», comentó.

Por su parte, el doctor en Ingeniería Eléctrica de la Universidad de Chile, Alfredo Núñez, también dio a conocer las principales dudas que surjen del tren rápido.

«La gran pregunta es si los pasajeros se bajarán o no del bus. Dar la idea de que existirá una ‘competencia brutal’ entre buses y trenes es evitar preguntarse cuál es el mejor sistema de transporte que necesitamos», indicó el profesional, agregando que «el tren no tiene la cobertura que puede lograr un bus». «Son sistemas complementarios y se tienen que diseñar como tal», explicó Núñez.

«Resulta difícil de entender que, una iniciativa de esta importancia, no precise la forma en que se llega al Puerto. Es necesaria una definición clara de las obras requeridas en la llegada a las ciudades de Valparaíso, San Antonio y Santiago»

Consejo de Concesiones

IMG Y ALTERNATIVA PROPIA DEL GOBIERNO

Las dos propuestas de tren rápido también han sido cuestionadas por solicitar un 70% de Ingresos Mínimos Garantizados (IMG), lo que según distintos expertos no se justificaría dado que los proponentes han insistido en que el tren rápido sí sería rentable. Al respecto, la ministra de Transportes, Gloria Hutt, coincidió en que otra alternativa sería justamente que el Gobierno elabore su propia propuesta. «Lo que pasa es que si el subsidio que se exige es demasiado alto, uno entonces se pregunta, bueno, por qué entonces no lo hace el Estado directamente», dijo durante esta semana la titular de la cartera.

70% de ingresos mínimos garantizados solicitan los dos proponentes para ejecutar el proyecto, lo que para los expertos no sería factible.

años es el plazo que se estima para la materialización del tren de pasajeros y de carga, según comprometieron las autoridades.

US$ 2.121 millones cuesta el trazado de 121 km. que propone Agunsa. El tren Santiago Melipilla, de 61 km, asciende a US$ 1.560 millones.

 

Fuente: El Mercurio Valparaíso