Negocio salmonero impulsa resultados de Camanchaca, pero la actividad pesquera es su lastre

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Camanchaca acumuló un resultado final durante los primeros nueve meses del año de US$15,8 millones de utilidad, que se compara favorablemente con la pérdida a septiembre de 2015 de US$12,7 millones. Esta mejora está influida por un efecto “fair value” neto en Salmones de US$35,6 millones positivo, cifra que fue US$ 52,9 millones superior a la anterior y que es un reflejo de la expansión de casi 15% en los precios de venta.
El resultado de la empresa de Jorge Fernández, Francisco Cifuentes y la familia Stengel también está influido, esta vez negativamente, por US$7,8 millones de pérdida extraordinaria sufrida como consecuencia de la floración de algas nocivas en el verano, una cifra neta del reclamo efectuado a los aseguradores de dicha biomasa.
Los ingresos consolidados totales aumentaron 13,9%, alcanzando los US$363 millones en estos primeros nueve meses, con una caída en Pesca (-18,7%) y Cultivos (-6,1%), pero con un destacado aumento de 33,7% en Salmones, gracias a mejores precios ( 14,8%) y las mayores ventas de terceros alcanzada por la oficina comercial de Camanchaca en EE.UU., que contribuyeron con cerca de 22% del total vendido contra un 7% en 2015.
El EBITDA a septiembre 2016, alcanzó los US$ 16,5 millones, US$7,1 millones inferior al cierre de septiembre de 2015, cuando fue US$23,6 millones. La explicación para este desfavorable resultado que excluye el Fair Value, está en US$ 8,4 millones menos de margen bruto en Pesca ocasionados por menores capturas en el norte de Chile, que es el lastre de la compañía.
A septiembre 2016, Salmones tuvo una utilidad de US$23,8 millones explicados por los mejores precios obtenidos a partir del segundo trimestre de este año que se aplican sobre las unidades efectivamente vendidas y sobre las próximas a ser negociadas.
Mientras que Pesca tuvo una pérdida de US$7,2 millones que se compara desfavorablemente con la utilidad de US$2,1 millones en el mismo período de 2015, merma que tiene su explicación enteramente en las menores capturas de en la zona norte de Chile, asociadas como es normal, al fenómeno de El Niño. En efecto, este fenómeno oceanográfico que en 2015-2016 alcanzó la mayor severidad en más de 60 años, redujo en 55% las capturas de anchoveta en esa latitud y dificultó la actividad de la sardina en el sur, la que cayó 20%.
Sin embargo, el 11% de mayor captura de jurel y su mejor eficiencia (combustible usado por tonelada de captura, que cayó 43% estaño) aún no están completamente registrados en los resultados al cierre de septiembre 2016, pues una parte importante del producto fue transformado en conservas, cuyo margen se verificará en los siguientes 5 a 6 meses.
Fuente: Estrategia