Pesca artesanal advierte riesgos por efectos de mortandad de salmones

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Se declaran en estado de alerta, ante señales de la amplitud que está alcanzado este fenómeno y que se está expresando en las costas. Anuncian que presentarán recurso de protección ante la Corte de Apelaciones. Presidente de la CUT aseguró que «están hirviendo» los peces muertos en centros de cultivo.

Para el sector de la pesca artesanal, los alcances que está teniendo la mortalidad de salmones en los centros de cultivo del Seno del Reloncaví, van mucho más allá de lo que se está transmitiendo de manera oficial.

Tal hipótesis está sustentada en los indicios que están apareciendo en las costas y caletas pesqueras, donde han reportado hechos inéditos, que asocian a la presencia de peces muertos en centros de cultivo.

«En el borde costero está la embarrá (sic). Hay aceite, pedazos de salmones muertos en la orilla de playa. Esto está generando un daño ambiental a los recursos de la fauna nativa, en el caso del pejerrey, robalo y cabrilla, que se están muriendo en las costas», aseguró Juan García, presidente de la Asociación de Pescadores Artesanales Demersales y Ramos Similares Zona Sur Austral A.G., tras una reunión de la Mesa Regional de Pesca.

El dirigente agregó que manejan información que da cuenta del vertimiento ilegal de esta biomasa en descomposición, no sólo en el área de 75 millas mar adentro que dispuso la autoridad, sino que en los mismos centros de cultivo. «Prácticamente la yoma está sacando salmón y por otro lado lo está depositando en el fondo», sostuvo.

Sostuvo que «se ha actuado con muy poca responsabilidad, escondiendo información a la autoridad regional. Entiendo que el intendente (Leonardo de la Prida) va a tomar medidas, pero que se le entregue la información correcta. Porque cuando se esconden cosas, se sale a minimizar lo que está sucediendo».

García, quien también preside el Sindicato de Pescadores de Caleta Anahuac, afirmó que «todos conocemos la real magnitud de esta mortalidad», pero también reconoció que tienen «incertidumbre de su impacto en un futuro cercano», en cuanto a los despidos de trabajadores de la industria salmonicultora, quienes -advirtió- van a ser absorbidos por la pesca artesanal.

Recurso de protección

Juan García expuso que esos temas son de alta preocupación para la Mesa Regional de la Pesca, por lo que resolvieron declararse en estado de alerta y presentar un recurso de protección ante la Corte de Apelaciones de Puerto Montt.

El escrito será ingresado a ese tribunal en los próximos días y estará dirigido, anticipó, «contra todos quienes resulten responsables de este descalabro, para el que no se han tomado medidas preventivas, sabiendo que esto podría suceder. Entonces, alguien tiene que responder», enfatizó.

El dirigente explicó que esperan asesorarse adecuadamente con biólogos marinos y abogados, para elaborar una adecuada redacción del libelo.

«Están hirviendo»

Mientras que el presidente de la CUT Llanquihue, José Pacheco, aseguró que la condición en los centros de cultivo en los que todavía hay peces muertos está llegando a un nivel límite.

«Los peces están hirviendo. Para que vea la irresponsabilidad y gravedad de lo que provoca un mal manejo de una crisis y por tratar de taparla», acusó el líder de esa entidad.

Advirtió que «el ácido que está saliendo ahí va a matar a todo ser vivo que haya alrededor de los centros. Son costas sin corriente».

Reclamó que a 20 días de oficializada la emergencia, «ninguna autoridad regional ni nacional ha recorrido la zona para evaluar en terreno la gravedad». Aseveró que hay personal embarcado de Sernapesca, pero que «no dan abasto, ante la magnitud del daño».

La misma CUT denunció que en algunos centros se está lanzando en sacos la mortalidad al mar «para que la marea se la lleve». Agregaron que sólo están trasladando los peces que no están descompuestos y que el resto «quedó en el fondo marino».

Aseguran que hace tres semanas que 25 buzos trabajan en la limpieza de esas jaulas con peces muertos, en un centro del sector La Herradura en Isla Maillen. Dicen que arriesgan su salud al trabajar «en el fondo marino saturado de ácido sulfhídrico, sin fiscalización de la autoridad».

De primera fuente

Mientras que Juan García dijo coincidir con lo expuesto por la CUT Llanquihue. «Es la realidad. Estamos recibiendo información día a día, tanto de los ribereños de la Carretera Austral y de las islas, quienes nos dicen que hay una tremenda mancha de aceite en el borde costero. No sabemos qué es lo que trae y cómo puede afectar los bancos naturales», afirmó.

Mencionó que un centro de cultivo ubicado al sur de la Isla Maillen mantiene peces muertos, «y ahí tenemos áreas de manejo; se está haciendo repoblamiento de la almeja, que es un tremendo proyecto con Fundación Chile. No sabemos qué va a pasar», adujo.

Mientras que Luis Adue, presidente del Consejo de Pescadores Artesanales y Pueblos Originarios (Prodelmar) de la Región de Los Lagos, también aseguró que están recibiendo información diaria desde caletas pesqueras, en cuanto a que «los centros (de cultivo) están con los pescados muertos y eso es una realidad».

Lamentó que el intendente De la Prida «no esté bien informado, aunque no es responsabilidad de él, sino que de los servicios públicos que no dan cuenta de lo que realmente está pasando».

Acusó que el «terremoto ambiental no está dimensionado en su real magnitud. Esto es más grande de lo que el intendente piensa», reiteró.

Adue dijo que estos efectos no sólo se están produciendo en el mar interior de la región. «Yo vengo de Bahía Mansa y nunca habíamos visto el mar como ahora, con aguas de color café oscuro», sostuvo.

Cruce de información

Frente a esos dichos, el intendente De la Prida, expuso que entre las medidas que está adoptando aparece la necesidad de intercambiar información con fuentes como la CUT.

Respecto de la situación en los centros de cultivo desde donde todavía no ha sido retirada la mortalidad, De la Prida expuso que el ácido sulfhídrico genera efectos nocivos para las personas cuando está presente en lugares cerrados, «no ocurre en las balsas jaula».

Especificó que por ello les interesa evitar algún riesgo de contaminación ambiental. «Las medidas que se tomaron desde el primer momento con la autoridad marítima apuntan a que lo que esté en estado de descomposición, tiene que ser vertido al mar, con todas las garantías, a 75 millas marinas».

Ante ello, anunció que toda la mortalidad que está en las bodegas de cerca de 18 navíos en el sector San José de Calbuco, será enviada mar adentro, salvo las de barcos cuyas características no permitan traspasar esa carga a los pesqueros industriales.

Dijo que se instruyó que ya no participen naves menores en el retiro de la mortandad, como las que están en Calbuco, ya que no disponen de las condiciones básicas para ello.

De la Prida afirmó que en una visita al sector comprobó que la yoma que se había averiado ayer, ya estaba en operaciones y que la que se encontraba en mantención, estaba apoyando esas tareas de descarga de cerca de mil 500 toneladas de peces muertos.

Disposición en el mar

En tanto que desde SalmonChile se afirmó que en este proceso de desembarco de mortandad de salmones, «la industria ha tomado las medidas de precaución necesarias para los trabajadores que se encuentran realizando esta labor».

En un comunicado, puntualizan que pidieron a la autoridad «fiscalizar y, cuando corresponda, desembarcar al personal, de manera de evitar cualquier riesgo de contacto con ácido sulfhídrico, provocado por la descomposición de los peces».

Subrayaron que la mortalidad acumulada en los centros afectados «supera ampliamente» la capacidad de tratamiento y su disposición. Agregan que han «actuado con precaución y con una constante coordinación con las autoridades para finalizar los trabajos de disposición en el mar lo antes posible, según lo dispuesto por la autoridad, las normas internacionales y el Convenio de Londres».

Reiteraron que el fenómeno es «un hecho inédito, en relación a su magnitud e intensidad» y que la industria y los actores involucrados, «trabajan para finalizar los trabajos dentro de los límites y plazos establecidos por la autoridad».

«El terremoto ambiental no está dimensionado en su real magnitud. Esto es más grande de lo que el intendente piensa». Luis Adue, presidente del Consejo de Pescadores Artesanales, y Pueblos Originarios (Prodelmar) .

COMUNIDAD MAPUCHE

El lunes, el consejo de autoridades ancestrales, Futxa Ñizol Ngulan -que reúne a comunidades indígenas de las regiones de La Araucanía hasta Aysén- presentó un recurso de protección en contra de la Subpesca y Directemar, en la Corte de Apelaciones de Valparaíso, por la autorización de verter salmones muertos a 75 millas náuticas (140 kilómetros aprox.).

El lonko Eric Vargas, explicó que el recurso se interpuso en Valparaíso porque fue desde ahí donde se autorizó la descarga de los salmónidos al mar. «También se solicita una orden de no innovar para no seguir vertiendo las toneladas autorizadas el 4 de marzo por la Directemar, y que contaban con una resolución de la Subpesca. Entendemos que son nueve mil toneladas (…) y a la fecha existe incertidumbre porque no se sabe qué ocurrirá con cerca de 40 mil toneladas», indicó Vargas.

 

5 días de plazo otorgó Sernapescaa las empresas salmoneras afectadas por el bloom de algas en el Seno del Reloncaví, para que realicen la disposición final de mortalidades de hace diez días o más.

75 millas marinas es la distancia,que determinó la autoridad, para verter la mortalidad que ya no es posible llevar a las plantas reductoras de harina de pescado. Esto es a 140 kilómetros al oeste de Ancud.

1.500 toneladas de salmones permanecen en las bodegas de cerca de 18 embarcaciones pesqueras artesanales, que están a la espera de descargar esa mortandad en el sector San José de Calbuco.

Fuente: El Llanquihue