Puerto de Lirquén arriesga multa de casi $12 mil millones

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Una multa que podría llegar casi a los $12 mil millones (21 mil Unidades Tributarias Anuales, UTA) arriesga el Puerto de Lirquén luego que la Superintendencia de Medio Ambiente, SMA, iniciara la formalización de cargos por dos situaciones distintas.

El registro de la entidad fiscalizadora da cuenta que el primer cargo se originó luego de las denuncias por ruidos molestos que presentaron vecinos a la entidad. Por este incumplimiento a la norma, el puerto puede tener una sanción que va desde una amonestación a una multa de mil UTA.

El segundo cargo es por incumplimientos a la Resolución de Calificación Ambiental de 2006. Según la formulación de cargos, el Puerto de Lirquén (en este caso Portuaria Lirquén S.A.), habría realizado descargas no autorizadas, de residuos líquidos en el sector playa y, también infiltración no autorizada de estos en un antiguo pique minero.

Además, se detectó que no se ejecutó la construcción de una barrera acústica en el perímetro oeste de la población Carlos Condell y, por último, que Puerto Lirquén no remitió los resultados asociados a los informes de seguimiento de emisiones de ruido en los años 2013, 2014 y 2015, tal como se expresa en el RCA. Todas ellas suman 20 mil UTA como multa.

Puerto Lirquén

A través de un comunicado, el Puerto de Lirquén precisó que se tomó nota de cada una de las faltas que se indican en la formulación de cargos e inició un proceso de revisión de cada una de ellas.

Asimismo, informó que le «planteará a la autoridad ambiental a la brevedad posible un plan de cumplimiento para corregir lo que sea necesario». De esta forma, la empresa no ejecutaría descargos, sino que se iría por dar solución a las deficiencias.

Pese a esto, la entidad aclaró que han cumplido con cada uno de los puntos en el RCA, y que en el punto de vertimiento de residuos líquidos no se contemplaba en la resolución de calificación ambiental. Asimismo, sostuvieron que las barreras acústicas estaban siendo instaladas, pero que un acuerdo posterior entre vecinos -autorizados por el Servicio de Evaluación Ambiental- llevó a que no todo se instalara.

Por último, sostuvieron que los informes de ruido no se emitieron debido a que esta labor se debía realizar mientras se desarrollaba la construcción del proyecto de ampliación de puerto, el que se detuvo en 2012 y retomó nuevamente en 2016, fecha en que nuevamente se habrían comenzado a entregar los informes.

Fuente: El Sur