Registran uno de los varamientos de ballenas más grandes del mundo en Chile

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Científicos observaron 337 ejemplares varados en el Golfo de Penas en noviembre y alertaron esta semana a las autoridades.

Las costas de la Patagonia chilena se convirtieron en un verdadero cementerio de ballenas. Científicos de la Fundación Huinay, reportaron esta semana que encontraron 337 ejemplares de ballena varados en el Golfo de Penas.

Se trata de uno de los casos de varamientos masivos más grandes de los que se ha tenido registro en el mundo. Así lo explicó a AP la doctora Vreniá Haussermann, directora científica de la Fundación Huinay, que se dedica a la investigación marina.

Las causas de muerte de las ballenas que se estudian son varias, aunque ya se ha descartado la intervención humana.

Las ballenas aparecieron en las cercanías del Golfo de Penas, una zona de fiordos, canales e islotes, aunque también se encontraron restos al norte de Puerto Natales.

Huinay, que trabaja con aportes de la Universidad Católica de Valparaíso y Endesa, contabilizó desde junio y desde el aire 305 cuerpos y 32 esqueletos. «Pero la verdad que no buscamos en forma detallada más esqueletos porque durante el vuelo los esqueletos no se pueden ver por la velocidad… y por la altura», detalló Haussermann.

Carolina Simon Gutstein, paleontóloga de la Universidad de Chile, dijo a AP que en la región de Aysén «los varamientos son muy comunes», pero «aquí estamos hablando de una mortalidad, probablemente murieron en el mar, no sabemos en qué lugar exactamente, pero no murieron varándose».

Haussermann contó que durante varios meses recogieron y analizaron información científica, cuyas conclusiones declinó revelar hasta que sean publicadas por una revista científica que les exige mantener reserva.

Aviso a las autoridades

Según publicó el martes el portal del Diario Aysén, la denuncia fue realizada al Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca), quién, a su vez, traspasó la información al fiscal Pedro Poblete Viejo, que inició de inmediato un proceso para esclarecer las causas de la masiva muerte de cetáceos.

Se trata de ballenas Sei. Según explicó Gutsein, las ballenas rorcuales, que es la familia a la que pertenecen las Sei, las ballenas azules, las jorobadas, «no andan en grupos grandes, normalmente».

Las primeras 37 ballenas muertas fueron encontradas por casualidad en abril por un equipo de la bióloga marina Haussermann, que informó al estatal Servicio Nacional de Pesca que junto a funcionarios de la brigada de medio ambiente de la policía de investigaciones y la armada realizaron una expedición a la zona a fines de mayo.

La científica dijo que como el Servicio Nacional de Pesca no realizó sobrevuelos, consiguió financiamiento y en conjunto con Gutstein, que también trabaja en el Consejo de Monumentos Nacionales, sobrevolaron la zona en junio y a mediados de agosto, cuando tomaron fotografías satelitales de los cetáceos y establecieron que eran 337 los especímenes muertos.

«En esta área no hay forma de aterrizar, es un área muy, muy remota, donde no vive nadie, donde solamente hay playas muy expuestas y costas muy inclinadas, así que no hay ninguna forma de aterrizar», explicó Haussermann.

Y pese a que todo parece una gran tragedia, las muertes de estas ballenas servirán a los científicos para aprender más de estos cetáceos, saber sobre sus hábitos de vida y desarrollar políticas para protegerlas, como un Santuario de la Naturaleza que se analiza crear en el Golfo de Penas.

Respecto a las causas de muerte, estudian varias, todas naturales, incluida la marea roja. Sólo descartan la intervención humana.

337 Los científicos comenzaron a observar en junio los restos de ballenas y tras sobrevolar la zona contaron 305 cuerpos y 32 esqueletos.

 

Fuente: El Mercurio de Antofagasta