TCVAL recibirá nuevo crucero para evitar riesgo de bloqueo

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A raíz de los últimos conflictos portuarios que afectan a Valparaíso, la llegada del crucero «Azamara Pursuit» -prevista para el viernes- corría el riesgo de convertirse en el tercer buque desviado al puerto de San Antonio, tras la pérdida de las embarcaciones de pasajeros «Le Boreal» y «Fram». Esto, porque si bien se ha logrado avanzar en las conversaciones con los trabajadores eventuales que siguen movilizados, la nave tenía planificado su arribo al Terminal Pacífico Sur (TPS), concesionario con el cual los operarios eventuales no han llegado a un entendimiento.

Sin embargo, en las últimas horas surgió la opción de que la nave -de bandera maltesa- mantenga su destino, pero cambie de sitio de atraque, recalando finalmente en el Terminal Cerros de Valparaíso (TCVAL), con el cual los movilizados llegaron a un acuerdo definitivo, por lo que no se correrían riesgos de un contratiempo.

Este aspecto fue clave para que se decidiera optar por el operador del Terminal Dos, puesto que Azamara corresponde al segmento VIP de la Royal Caribbean Cruise Line (RCCL), compañía que pese a los problemas vividos en 2017, mantiene una relación con Valparaíso.

El buque tiene 181 metros de eslora y 26 de ancho y llegará con 1.100 personas -700 pasajeros y 400 tripulantes- en tránsito. Hay que consignar que el concesionario del T2, con los arreglos que se realizaron el año pasado, está en condiciones de recibir cruceros de hasta 294 metros de longitud.

Esta modernización, que tuvo una inversión cercana al millón de dólares, consistió en la instalación de ocho bitas de 100 toneladas y tres de 75 toneladas de capacidad, mediante cimentaciones micropilotadas para reducir el área intervenida sobre el muelle existente. Además, se instalaron nuevas defensas triples y se sustituyeron los bloques de concreto antisocavación para el mejoramiento del calado.

En el sector turístico manifestaron su conformidad con la determinación, pues no se concretó una posibilidad cierta, como era la de perder un tercer crucero desde que se iniciaron las movilizaciones.

«Nos parece relevante que se haya podido mantener esta nave de pasajeros para Valparaíso y que exista una alternativa luego de todos los problemas que se han presentado, es importante también para nosotros tener la opción de recibirlos en la misma ciudad sin tener la necesidad de hacer tránsfer a San Antonio», comentó la presidenta de la Federación de Servicios Turísticos de Valparaíso (Fesetur), Verónica Castillo.

Pese a ello, manifestó su inquietud ante el hecho de que la movilización sigue latente, lo que podría generar más inconvenientes que podrían repercutir, una vez más, en los negocios que dependen directamente de la industria de los cruceros.

«Es bastante preocupante porque los trabajadores aún no tienen respuestas a sus demandas y creemos que esa es una discusión que se tiene que dar con sus propios armadores, lo importante es que estas naves sigan atracando en la ciudad. (…) Creemos que deben resolver los problemas con sus empleadores y nosotros somos víctimas de lo que está sucediendo», agregó la líder gremial.

En esa línea, advirtió la necesidad de persistir en la construcción de un terminal dedicado íntegramente a la actividad, para lo cual, recordó, existe un acuerdo de toda la comunidad portuaria de la ciudad. Esto, a consecuencia de lo que sucedió en el 2017 cuando las principales líneas decidieron emigrar a San Antonio.

«Es por eso que insistimos en la necesidad de que el puerto cuente con un muelle exclusivo, dada la relevancia de un sector que viene creciendo con fuerza. Los cruceristas dejan importantes ingresos para la ciudad, se mueven divisas, le entregan un dinamismo económico a la zona y generan todo un movimiento turístico. A partir de allí es que ese proyecto tiene que avanzar», comentó la personera.

«Creemos que deben resolver los problemas con sus empleadores y nosotros somos víctimas de lo que está sucediendo»

Verónica Castillo, Presidenta de Fesetur»

FISCALIZACIÓN A TERMINALES PORTUARIOS

La Inspección del Trabajo concurrió ayer a los terminales portuarios de Valparaíso para una fiscalización en terreno. Al respecto, la seremi del ramo, María Violeta Silva, detalló que la finalidad fue asegurar que los trabajadores que están prestando servicio en ambas empresas cumplan con todos los requisitos para estar allí. «Fundamentalmente se fiscalizó que contaran con su carnet de habilitación para realizar labores portuarias y se revisó, además, que se estuviera cumpliendo con las normas laborales en cuanto a contratos de trabajo, cumplimiento de jornada y normas de higiene y seguridad», dijo la autoridad, determinando que no había infracciones.

 

Fuente: El Mercurio Valparaíso