Expertos reclaman más recursos para destinar a la investigación acuícola

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La floración de microalgas ocurrida en febrero pasado en el Golfo de Penas, en la Región de Aysén, despertó las alertas en los organismos públicos competentes, así como entre las empresas productoras de salmón, aún sensibles por el impacto que generó el bloom de microalgas del año pasado.

Aunque se trató de un episodio acotado, que se manifestó en el mar expuesto, fue atribuido a una floración de karenia, que no tiene relación con la pseudochattonella, que provocó la mortandad de casi 40 mil toneladas de salmones en centros de cultivo.

Lo ocurrido en Aysén dejó en evidencia la escasa información con la que cuentan los científicos, remarcó el doctor Leonardo Guzmán, jefe de la División de Investigación en Acuicultura del IFOP (Instituto de Fomento Pesquero) en Puerto Montt, quien también remarcó que este tipo de fenómenos en zonas expuestas y de difícil acceso exponen «las dificultades que tenemos para acceder a esos lugares».

El traslado de los investigadores sólo fue posible con el apoyo de la Armada, la misma colaboración que han encontrado para organizar otras expediciones científicas que han emprendido para recoger información y muestras para tener una mejor comprensión de este tipo de eventos oceanográficos.

A pesar de ello, el IFOP mantiene un programa de monitoreo en las tres regiones más australes del país, con una inversión estatal que permite disponer de información que permite tener alertas tempranas para proteger la salud pública y minimizar el impacto sobre actividades productivas.

Requerimientos

Guzmán reconoce que «se están haciendo cosas, pero obviamente que se puede hacer más». Por ello plantea la necesidad de disponer de algunas medidas que deberían ser adoptadas en el corto plazo, que conduzcan a favorecer el conocimiento de lo que ocurre en el mar.

Considera fundamental contar con plataformas de trabajo, que no son más que «embarcaciones diseñadas especialmente para esto efectos». El experto considera que al menos se debería contar con una de ellas por región, «para desplazarse libremente por el mar expuesto y los fiordos. Esa no es una realidad hoy».

Una segunda acción que aportaría con este trabajo, es la instalación de equipos permanentes de trabajo en la zona del sur austral. «Cada región debe tener sus capacidades para conocer y comprender su entorno, además de las coordinaciones que deben existir entre los distintos equipos de trabajo y las instituciones con competencia para enfrentar este tipo de eventos».

Para ello, agregó, el Estado no está exento de promover esa organización y orientación «respecto de lo que es más conveniente para enfrentar este tipo de situaciones». Añadió que la realidad como país «tiene un déficit importante, que tenemos que tratar de resolver, ojalá dentro de los próximos cinco o diez años».

Guzmán argumentó que la educación pública también es un elemento central en estas acciones. «Como Estado, hay responsabilidad en que las comunidades ribereñas de sectores donde este tipo de eventos son frecuentes, sepan convivir con estas floraciones, conozcan el porqué la autoridad adopta este tipo de medidas, y de qué manera demostrar conductas responsables. Es un tema complejo, de largo plazo, pero que hay que hacer».

También llamó al sector privado a desarrollar capacidades para enfrentar eventuales manifestaciones algales en sus centros de cultivo y mitigar sus consecuencias.

Más monitoreo

La doctora Sandra Bravo, investigadora del Instituto de Acuicultura de la Universidad Austral de Chile (UACh), validó el planteamiento de Guzmán. «Acá se requieren estaciones permanentes de monitoreo, que dependan directamente del Estado», expuso.

Para Bravo, master en Acuicultura, es necesario que el aparato fiscal «se haga parte y concurra con recursos para que se investigue no sólo las floraciones algales, sino que toda la dinámica del mar. Porque tiene que ver con cambios climáticos y parámetros que pueden estar afectado a los peces».

También resaltó que existen investigadores en la zona, pero reclamó «un tema sistematizado». Asimismo, convocó a la industria para que se haga parte. «Tienen que destinar fondos para disponer de estaciones de monitoreo, cuyos resultados vayan en su beneficio», propuso.

Fuente: El Llanquihue