En medio de las bombas molotov y piedras lanzadas en la mañana de ayer desde la parte alta del Sindicato de Estibadores, llamó la atención un lienzo que puso en alerta a los porteños por la amenaza a una de sus más queridas -y lucrativas- tradiciones: «Si no tenemos Navidad para los portuarios, no hay Año Nuevo en Valpo».
Frente a la inquietud generada en el sector turístico y gastronómico, porque podrían anularse reservas a dos semanas del evento, el alcalde Jorge Sharp descartó que esté en peligro dicha celebración. «El conflicto se va a resolver antes y vamos a tener fiesta como corresponde».
Sin embargo, la leyenda del lienzo y la agudización del conflicto han generado preocupación en el Gobierno, donde activaron una serie de coordinaciones para acelerar una solución.
Ello explicaría que la reunión que a mediodía iban a sostener los trabajadores eventuales y TPS para negociar por tercera vez una solución -tras no lograr resultados ni el miércoles ni el jueves-, se postergara para las 19 horas. En ella, la concesionaria mejoró su oferta a los eventuales, ofreciendo apoyar a quienes se reintegren a trabajar en la medida que no hayan estado vinculados a hechos de violencia. A ello se suma un préstamo de $350.000 y una gift card de $200.000, además de un aguinaldo y una caja de mercadería, así como un préstamo de $200.000. La propuesta deberá ser votada.
Cambio de estrategia
Ayer, por segundo día, los incidentes protagonizados por los portuarios se registraron en la mañana, luego que los dirigentes evaluaran positivamente el cambio de horario, porque lograron dar mayor visibilidad al conflicto con transmisiones en directo en televisión. Esto no ocurría con las movilizaciones vespertinas.
Sharp criticó los efectos que las movilizaciones -que mañana cumplirán un mes- han tenido en la normalidad de Valparaíso, expresando que «me parece sumamente injusto que la ciudad tenga que estar pagando los platos rotos por un conflicto que se ha extendido en demasía».
En su opinión, ello se debe «a la intransigencia de los concesionarios y a la lentitud con la que el Gobierno ha actuado en este punto». Aseguró que la situación ha superado al intendente, a la estatal Empresa Portuaria Valparaíso (EPV) y a cuatro ministros que han intervenido en el caso, por lo que llamó al Presidente Piñera a ejercer las facultades que tiene el Estado. A su juicio, el contrato de concesión que entregó el Terminal 1 a TPS establece facultades para que el Estado, a través de EPV, pueda ejercer distintas acciones cuando el concesionario no cumple con los objetivos o los fines por los cuales se les entregaron frentes de atraque.
Aprovechó asimismo de interpelar al mandatario: «Presidente, yo creo que este es el momento. Requerimos que La Moneda, en su conjunto y con mucha fuerza, tome cartas en el asunto y ponga fin a este conflicto. Valparaíso no puede seguir pagando el pato por un mal concesionario y por un mal modelo de concesiones que está haciendo agua hace rato por todos lados».
Las críticas también vinieron del diputado RN Andrés Celis -hermano del renunciado presidente de EPV, Raúl Celis-, para quien el plan del Ejecutivo para monitorear el paro portuario «ha sido un rotundo fracaso». «Enviar a la ministra de Transportes, al ministro del Trabajo y al subsecretario del Interior, que ha actuado como operador político, y delegar esto a Germán Quinteros, así lo demuestra. Si se delegó la responsabilidad en ellos y fracasaron, alguien debiese responder».
El ministro de Agricultura, Antonio Walker, reconoció su preocupación por los efectos en el inicio de la temporada alta de exportación de fruta y señaló que el Gobierno está trabajando en buscar una solución. Dijo haberse reunido varias veces con su par de Transportes, Gloria Hutt, quien ha gestionado el diálogo entre las partes. «Necesitamos que esto se arregle», indicó. Consultada esta última cartera, declinó referirse al tema.
Dirigentes detenidos
Pablo Klimpel, principal vocero de los eventuales, y otros dos líderes fueron detenidos anoche en incidentes en el barrio puerto.
Fuente: El Mercurio
