El intendente regional, Gabriel Aldoney, se refirió ayer a la propuesta de Icomos en relación a ampliar el Sitio de Patrimonio Mundial (SPM) al borde costero de la ciudad, enfatizando que si bien comparte esa posibilidad, no considera que ello deba comprometer los proyectos planificados para esa zona de la ciudad, como el Terminal Dos y Puerto Barón.
«El argumento de quienes se oponían al desarrollo del borde costero se basaba en lo que planteaba la Unesco. Ahora, cuando la entidad después de cumplir todos los procedimientos, desde el punto de vista de los protocolos con que se analizan estas situaciones, señala que la posición que el Estado chileno ha tenido es la correcta, ellos se olvidan de que precisamente defendieron sus posiciones con lo que la Unesco estaba diciendo. Ya eso me parece un contrasentido», dijo el jefe regional, quien señaló que la prioridad debe ser cuidar el patrimonio existente.
«Nosotros no hemos sido capaces, y lo digo en plural, de resolver el problema de cómo gestionar y administrar el patrimonio en Valparaíso. Por lo tanto, creo que lo primero que tenemos que hacer es ponernos de acuerdo para ver cómo mejoramos eso», agregó Aldoney, destacando que está en conversaciones con el alcalde porteño, Jorge Sharp, sobre la posibilidad de instaurar una corporación que permita al municipio, en base a una relación público-privada, administrar el sitio de buena manera y que sea un instrumento que le permita resolver el tema.
«Reestudiar el área del patrimonio a mí me parece que es una buena idea y el que se incluya el borde costero también, pero insisto, primero veamos qué hacemos con lo tenemos», enfatizó el intendente, quien rechazó la posibilidad de que esto pueda comprometer el futuro del T2 y el cuestionado desarrollo comercial en Barón.
«Lo relevante es que no podemos seguir dilatando eternamente las soluciones o la puesta en marcha de proyectos que, de echarlos para atrás, y en esto quiero ser muy claro, puede tener un costo económico para el Estado y la ciudad tremendamente alto», mencionó.
En esa línea, precisó que se pueden discutir varios aspectos en torno a la decisión que se tomó en su momento, «pero en política y en la vida hay que actuar con realidades y la realidad concreta de Valparaíso es que si desecha el T2 y Puerto Barón, por haber contratos del Estado, eso va a tener un costo muy fuerte para el país en general porque va a tener que obviamente indemnizar a quienes se vean afectados».
A juicio del jefe regional, se trata de dos iniciativas que pueden convivir con el desarrollo de la ciudad. «Creo que lo hay que hacer es buscar la fórmula de cómo, utilizando esos proyectos, podemos proyectar de mejor manera con la experiencia que hemos adquirido, el patrimonio de Valparaíso».
En tanto, la empresa portuaria recalcó que la Unesco tuvo a la vista el plan de Puerto Valparaíso, el cual contenía las áreas de desarrollo portuario y urbano que actualmente se impulsan en el borde costero, y el perímetro del SPM y Zona de Amortiguación definidos en la Convención de Patrimonio Mundial al momento de conceder esta condición.
«El área presentada como zona de amortiguación del Sitio Patrimonial Mundial fue definida por el Estado de Chile y el municipio, y aprobada por la Unesco en la declaratoria», comentó el gerente de Asuntos Corporativos de la estatal, Cristián Calvetti.
El ejecutivo agregó que la propia declaratoria de la Unesco define el marco de protección y medidas que se deben cumplir, tanto en el SPM como en su zona de amortiguación. «La propia declaratoria reconoce la condición histórica y natural de Valparaíso como puerto. La condición de puerto del área patrimonial es elemental», opinó.
En tanto, el candidato presidencial Alejandro Guillier, señaló en Viña del Mar que la relación entre ciudad y puerto en Valparaíso hay que resolverla en forma armónica. «Es una ciudad, además, universitaria, también patrimonial y todas esas actividades las vamos a empujar».
Fuente: El Mercurio de Valparaíso
