Crece importación de autos por San Antonio y ventas rondarían las 300 mil unidades en 2021

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En noviembre se desembarcaron más de 14 mil vehículos en el terminal y en diciembre arribarían otros 23 mil.
El fuerte incremento de las ventas de autos nuevos tras el progresivo desconfinamiento de las ciudades encontró al mercado automotor con stocks ajustados, los que disminuyeron fuertemente ante la mayor demanda tras el fin de las cuarentenas. Por ejemplo, en octubre pasado se comercializaron 36.243 unidades, creciendo 29% anual y terminando con 14 meses de caídas. Pero las importaciones de autos cero kilómetro ya están comenzando a llegar con fuerza al país, con lo que se recuperarían los inventarios para cubrir las ventas del último mes de 2020 y las primeras de 2021. Ese año el mercado retomaría su crecimiento —tras la baja de este ejercicio— con 300 mil o más unidades comercializadas, estiman en el rubro.

Ayer se desembarcaban —desde una nave procedente de Corea del Sur— cientos de vehículos en el puerto de San Antonio, en el terminal del concesionario DP World, por donde ingresa el 99% de los autos que llegan a la zona central de Chile. En noviembre entraron al país por ese terminal más de 14 mil vehículos y para diciembre se espera el arribo de otros 23 mil, cifras más cercanas a los primeros meses de 2020 y muy superiores a las 9.531 unidades de octubre, las 10.340 de septiembre o las 8.519 de agosto. En junio, el mes más bajo en estas importaciones, solo entraron 5.754 vehículos por ese puerto. De hecho, las 23 mil unidades esperadas para diciembre serán las más altas de este año para un mes y se comparan con las 25.095 unidades de diciembre de 2019. Carlos Báez, gerente comercial de DP World Chile, comenta que ‘tradicionalmente, la llegada de naves con vehículos es constante, continua y equilibrada durante todo el año. Este ejercicio ha sido menor e irregular hasta octubre, pero vemos una recuperación de volúmenes desde noviembre que, de acuerdo a la información que hemos recibido de los importadores, debería marcar una inflexión, iniciando la recuperación de las importaciones’. Rodrigo Hernando, gerente general de Citroën Chile y de Eurofrance, afirma que ‘efectivamente, hay una escasez de inventarios por el alza en ventas por sobre lo proyectado en meses anteriores y porque los pedidos deben realizarse con varios meses de anticipación, por lo que la reacción a la demanda no puede ser inmediata’.

Aunque sostiene que ‘a partir de enero debieran empezar a recuperarse los stocks, pero creo que recién en marzo van a estar cerca de los niveles normales’. El secretario general de la Asociación Nacional Automotriz de Chile (ANAC), Diego Mendoza, indica que el manejo de inventarios depende de cada marca, aunque explica que ‘la relación de cada importador con su fábrica respectiva permite coordinar los envíos e importaciones con antelación, pudiendo prever algún tipo de alteración que pueda ocurrir como consecuencia de una pandemia como la que nos afecta’. En el mercado se preparan para los próximos embarques. La red DercoCenter activó una preventa de sus diversas marcas, reservando modelos online —por $200 mil— con bonos de hasta $2 millones y recibiendo el auto hasta en 30 días. La ANAC, apoyada en las proyecciones de Forecast Consultores, estima que 2020 terminará con más de 250 mil vehículos nuevos vendidos, con una recuperación que irá de la mano de los desconfinamientos.

De todos modos, esa cifra podría ser 33% menor que las 372.878 unidades comercializadas en 2019. Mendoza añade que ‘siguiendo con ese ritmo de recuperación y, sin mediar mayores impactos económicos en 2021, se pronostica que el próximo año se cierre con 300 mil unidades nuevas’. Esto, recalca, ocurrirá ‘de mantenerse la mejora en los factores económicos que suelen incidir en las ventas a consumidores’, citando en este aspecto índices de confianza, favorables condiciones crediticias y un tipo de cambio estable. Hernando comenta que para 2020 estima un volumen de 255 mil unidades y para 2021 de 330 mil, ‘pero con la incertidumbre de la política, en un año con cinco elecciones, proceso constitucional y mucho desorden dentro de las coaliciones’. A eso se suma ‘la evolución del covid-19 y una potencial segunda ola de contagios’, añade. Y afirma que ‘toda esta incertidumbre impacta la confianza de los consumidores y las variables macro que afectan a nuestra industria, como el tipo de cambio, la tasa de desempleo y la disponibilidad crediticia. Es un año difícil de proyectar y, por lo tanto, los que participamos en la industria debemos estar preparados para tomar medidas en forma oportuna ante cambios de escenario, tanto negativos como positivos’.

Fuente: El Mercurio de Santiago