La Onemi calculó en 100 mil las personas que ayer llegaron a zonas seguras a lo largo de la costa, entre La Ligua y Santo Domingo. En 2012 lo hicieron 500 mil.
«Mi mamá tiene 90 años, y si viniera la ola, me quedaría a esperarla con ella acá. Los adultos mayores no llegamos a la zona de seguridad en 10 minutos». Ruth Tagle, de 70 años, explica así por qué se quedó ayer en su departamento en el segundo piso del número 456 de Avenida Perú, en Viña del Mar.
Pese a vivir en el sector más expuesto a una eventual salida de mar en la Ciudad Jardín, ella y su familia no caminaron las 16 cuadras que separan su hogar de la zona de seguridad en la subida a Sausalito. Fueron parte de las personas que resolvieron no participar ayer en el simulacro de maremoto al que convocó la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi). Según las estimaciones del organismo, fueron 100 mil las personas que a las 10:30 de ayer evacuaron el borde costero de la V Región, entre La Ligua y Santo Domingo, tras oír las sirenas que alertaban que un ficticio terremoto 8,2 Richter provocaba la violenta salida del mar; muy lejos de las 500 mil que un ejercicio similar logró movilizar en mayo de 2012 en esas mismas 14 comunas.
El objetivo del ejercicio, que esta vez tuvo un carácter binacional, al ser coordinado con Japón, es mantener a la población entrenada y detectar falencias que permitan mejorar los planes de evacuación. Hoy el puerto nipón de Hososhima realizará su propia evacuación.
La población Vergara, en el corazón de Viña, es uno de los sectores más expuestos. La carta de inundación elaborada por el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada muestra que casi la totalidad de sus 240 hectáreas, donde están emplazadas 13 mil viviendas, quedarían inundadas por un tsunami si es generado por un terremoto.
Pese a ello, hubo establecimientos comerciales que obligaron a sus trabajadores a marginarse del ejercicio, según denunció el intendente regional, Gabriel Aldoney. Para el director comunal de Emergencia, Patricio Moya, unas 28 mil personas se congregaron en las ocho zonas de seguridad asignadas en el sector. «Otras cinco mil, párvulos y adultos mayores que no pueden caminar rápido, optaron por la evacuación vertical en edificios cercanos», dijo.
En Valparaíso, empleados y alumnos de colegios y universidades subieron a cotas altas, pero una sirena frente a la intendencia falló al dar la señal. «Sirve para sacar conclusiones», dijo el director de la Onemi, Ricardo Toro.
Fuente: El Mercurio
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